domingo, 28 de octubre de 2012

Curad a los enfermos


Me ha llegado esta Catequesis sobre Pastoral de la Salud, desconozco quién es el autor. Me parece interesante y lo comparto con vosotros por si os resulta útil: 

1.- Punto de partida:

            La enfermedad es una realidad cercana, aunque a veces queramos ignorarla. El mundo está lleno de enfermos de todos los tipos: físicos y mentales, crónicos y discapacitados… Nosotros también hemos estado alguna vez enfermos.

            Pero hay diversos modos de mirar la enfermedad:
-          Con amargura.
-          Con ignorancia.
-          Con soledad.
-          Con esperanza.

Leemos algunos testimonios:

“El primer pensamiento que me invadió fue el de la inutilidad: Yo no valgo para nada –me decías a mí misma una y otra vez-, voy a ser una inútil. No hacía más que llorar. Mi familia, angustiada, tampoco sabía ayudarme” (Eulalia, asma, Madrid).

“Cuando me di cuenta, tenía el organismo completamente destrozado y, francamente,  cuando veo las caras tristes de mi familia, de mis hijos, mi marido, aparte de verme incapacitada para hacer las tareas comunes del hogar como las hace cualquier mujer que está sana…, esto me hace sufrir. A veces incluso digo: “Dios mío, ¿por qué estoy yo en este mundo, por qué no me llevas si soy una carga para los demás?” Sin embargo eso a mis hijos y a mi marido, que son personas formidables, les hace sufrir tremendamente y, riñéndome, me dicen: “tú no eres una carga para nosotros” (María Dolores, diabetes, El Ferrol).

“Ante una enfermedad como el cáncer el planteamiento de mi vida se derrumbó: desde mi relación personal con Dios, hasta mi trabajo y mi vida en relación con los demás. Yo dejaba de ser un hombre con una vida por delante, para entrar en el mundo de lo condicional: “… si vivo”. Esto me suponía una limitación muy grande para mirar mi vida con un poco de alegría. La tentación de rebeldía era una constante en aquellos primeros meses ante el hecho de mi enfermedad: ¿Por qué tenía que ser yo, a los 41 años…? (Javier, cáncer, Bilbao).

¿Has estado alguna vez enfermo? ¿Qué sentías?
Cuando has visto a algún familiar enfermo, ¿qué hiciste?
Escribe cinco clases de enfermedad que tú conozcas. Cuenta también con los discapacitados.

2.- Mensaje cristiano:

            Jesús estuvo siempre cerca de los enfermos. En los evangelios tenemos muchos ejemplos. Escribe tres de ellos:

            Y mandó a sus amigos que cuidaran de los enfermos. Y tanto lo pidió, que dijo que al final de nuestras vidas nos va a preguntar cómo fue nuestro comportamiento con ellos:

“Entonces dirá el rey a los de su derecha: Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve hambre y de disteis de comer, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme” (Mt 25, 34-36).

Subraya la frase principal de este texto.

Coloreamos estas tres curaciones de Jesús: El Señor dio habla a mudos, curó a paralíticos y resucitó a muertos.

Aprendemos la Fórmula de fe 68 (pág. 147): La Unción de enfermos es el Sacramento que nos fortalece en la enfermedad y ayuda a los que están en peligro de muerte, uniendo su sufrimiento al sufrimiento de Cristo.
            Y copiamos el dibujo de la pág. 81 del Catecismo, sobre la Unción de enfermos.

3. Actuamos:
            Siempre hubo cristianos preocupados por los enfermos, por ejemplo San Juan de Dios en Granada, el Padre Damián con los leprosos, la Madre Teresa de Calcuta con los enfermos más pobres de la India….
            En tu parroquia hay también personas que se dedican a estar cerca de los enfermos: • Les visitan y acompañan para darles esperanza y consuelo. • Les acercan los sacramentos del Perdón, la Unción y la Eucaristía. • Y también les acercan al templo para celebrar el “Día del Enfermo”.
            Los enfermos son también ancianos cargados de muchos años y de muchos achaques.
            ¿Qué podemos hacer nosotros por los enfermos?

            Leemos y comentamos el Decálogo de la visita al enfermo:
1. Para visitarlo, busca las horas más oportunas para el enfermo.
2. Actúa con naturalidad y sencillez.
3. Hay que dejarle que hable de su enfermedad y de sus dolores, mostrando interés por sus palabras.
4. No le canses con tu charla.
5. Hay que hablarle de la vida normal para que no se aísle.
6. No hay que decirle mentiras sobre su enfermedad, ni contarle toda la verdad, solo la que él pueda aceptar.
7. Hay que saberlo escuchar atentamente.
8. La cama es propiedad del enfermo. No se le debe invadir.
9. Lo que se habla en la habitación del enfermo es secreto. No valen los comentarios fuera.
10. Si el enfermo es creyente, hay que hablarle también de la fe en Cristo.

4. Oración por los enfermos:

Señor, te encomendamos
los enfermos de nuestra Parroquia.
Acompáñales en su camino.
Acoge sus quejas.
Mitiga sus dolores,
su angustia y su cansancio.
Dales aliento en su lucha,
y  fuerza  en su prueba.
Reanima su esperanza.
Sana sus heridas.
Hazles sentirse queridos.
Alegra sus corazones.
Llena sus vidas de amor y de sentido.
Dales tu paz y tu salvación.
Que no pierdan la esperanza
en el Padre Dios. Amén.

Oración por los que ayudan a los enfermos:

 Dios Padre nuestro.
Tú eres la fuente de la fuerza y de la esperanza.
Bendice a los que has escogido
para dar tu gracia a los enfermos.
Que donde haya peligro, mantengan la vida;
donde haya debilidad y dolor,
ofrezcan fortaleza y alivio;    
donde haya ansiedad y miedo,
ofrezcan aliento y ayuda.
Concede a cada uno de ellos, Señor,
un amor sensible
capaz de descubrir el tesoro que lleva dentro
todo enfermo.
Concédeles disponibilidad,
y que no sucumban al cansancio. AMÉN.

Cuando el Evangelio acampa en el Mundo del Sufrimiento

Mi compi de Canarias, Fernando Javier Afonso Alonso, ha escrito este artículo para la revista Signo. Desde la premisa del Ver-Juzgar-Actuar va desgranando cómo el Evangelio acampa en el Mundo del Sufrimiento. Encontrarás experiencias, varias preguntas para ir reflexionando y hasta una dinámica, que hacen que el artículo se lea con mucha facilidad y entretenimiento. 


Gracias Fernando por este interesante artículo.

martes, 23 de octubre de 2012

El arte de no sufrir



Existen libros muy completos sobre el dolor y el sufrimiento; este breve ensayo quiere incitar a la acción cuando se sufre, como una oportunidad de liberación interior haciendo bueno el ‘si quiero, puedo’. Pretende ayudar al lector, aunque solo sea a uno solo, ofreciéndole un poco de luz para que vea la realidad con los ojos de la alegría de vivir a pesar de todos los pesares. Muchas biografías y la experiencia de cada día nos demuestran que esto es posible, que no es exclusivo de héroes sino que está al alcance de todos siguiendo el camino adecuado.

lunes, 22 de octubre de 2012

Orar en el duelo


En la vida todos experimentamos pérdidas. Es una experiencia muy común, siempre compleja, sobre todo cuando nos dolemos por la muerte de un ser querido, por una ruptura afectiva, por la enfermedad inesperada, por el fracaso…

No es fácil adentrarse en la dolorosa sinfonía de sensaciones… Desgarro, desconcierto y confusión, vacío interior y soledad… El corazón, herido y contrariado, suspira y se rebela, busca una luz y un sosiego que parecen imposibles.

Al fondo, Dios. Algo o Alguien que nos levante y nos devuelva un poco de paz.

Para los que aún no lo tenéis, el libro ‘Orar en el duelo’ de F. Álvarez y J.C. Bermejo consta de:


Prólogo
Presentación
0.       Pórtico
1.       Pon, Señor, tus palabras en nuestros labios y en nuestros corazones
2.       Cuando el corazón llora, agradece y espera… (poemas)
3.       Otros duelos
4.       Mensajes desde la otra orilla
5.       Frases que no consuelan
6.       Pensamientos saludables… oraciones al ritmo de la respiración…
7.       Testimonios de duelo
8.       En otras palabras… La vida, la muerte, el duelo
9.       Bibliografía


‘Orar en el duelo’ ha venido a cubrir un vacío, por su contenido y por su originalidad. Es más que un libro de oraciones. Es también poema y testimonio, pensamientos y sorbos de sabiduría… un libro que recoge y da voz al eco común que brota del fondo del corazón de quienes están viviendo la amarga estación del duelo.

Es un libro que ha nacido de la experiencia y de la sabiduría del corazón creyente de sus autores, de la escucha y del acompañamiento. Ayudará a muchos en la difícil travesía por el desierto del duelo hacia el éxodo de la esperanza.

domingo, 21 de octubre de 2012

Religión/espiritualidad en salud mental

De 131 estudios publicados se han encontrado que en 93 de ellos se confirmaba la asociación positiva entre religiosidad o espiritualidad y salud mental, en 34 no se encontraba ninguna relación y en 4 e encontró que la religiosidad se asociaba con más depresión (Koening 2009). Existen más estudios que apoyan la influencia positiva de la religiosidad/espiritualidad en el ser humano que lo contrario. Concretamente podemos afirmar que la experiencia religiosidad/espiritualidad favorece positivamente en los cuadros depresivos, de ansiedad, suicidio, abuso de sustancias, duelos, e incluso en las psicosis.

Entre las razones que los eruditos aportan para defender esta relación positiva señalamos las siguientes:

  • Esa correlación puede favorecer el desarrollo integral de la persona, facilitando la introspección, el sentido positivo de la vida y proporcionar herramientas para el afrontamiento de los conflictos cotidianos.
  • Fortalece las redes sociales y familiares protegiendo al individuo del aislamiento social y proporcionando sentido de pertenencia y autoestima sobre todo en los momentos difíciles.


En cuanto la influencia en la salud física, se ha comprobado que la espiritualidad reduce los niveles de norepirefrina y cortisol y consecuentemente disminuye la sensación de estrés y los problemas de salud asociados. También, al parecer, la actividad inmunológica, las neoplasias y enfermedades cardiovasculares pueden resultar favorecidas por las vivencias religiosa/espirituales.

Partiendo de la idea de que la religión/religiosidad no es necesariamente patógena para la persona, sino que puede ser fuente de salud y bienestar, en EE.UU. se incluyen en la formación de los médicos residentes de psiquiatría temas relacionados con la influencia que la experiencia religiosa en el desarrollo psicológico de cada persona.

Existen dos autores como grandes defensores de la espiritualidad como complemento de la psicoterapia: Víktor Frankl con la logoterapia y C.G. Jung con su modelo de psicología analítica. Para ambos la espiritualidad es un ingrediente fundamental en el desarrollo del individuo.

En Revista Humanizar Nº 123

sábado, 20 de octubre de 2012

Testimonio de Jesús Burgaleta


En ‘14 aprendizajes vitales’ Jesús Burgaleta, profesor, nos contaba la siguiente experiencia, respecto del poder curativo de la fe:

Dios está con el hombre como es: débil, limitado, solo, abandonado; de lo contrario nos rompería. Dios respeta y ama la finitud de lo limitado. Dios no libera al hombre de serlo: lo quiere hombre. Le ayuda a que sea lo que es. Dios ha devenido hombre y no puede ya sino ser el Dios feliz con el que goza, el Dios doliente con el que sufre. Dios en la enfermedad, no puede hacer con nosotros otra cosa que amarnos amándose y, por lo tanto, respetar lo que somos. Dios no sólo se compadece con mi dolor; mi dolor es su dolor. Dios está en la soledad extrema de mi cama, no como un simple ‘otro’ que enjuga mi sudor, sino como lo más radical e íntimo de mí.

A Dios se le vislumbra en la debilidad. A Dios se le abraza en la fragilidad; aunque cuando aprietas los brazos tengas la sensación de no abrazar nada. Asumir la ruptura de todas las representaciones de Dios, aún la más legítima –Padre-, es el culmen de la fe, el amor y la esperanza.

A Dios se le conoce como Dios cuando no se le puede asir de ninguna manera y, a pesar de todo, uno se le entrega con todo su ser. Su palabra es el silencio, largo y profundo silencio que no puede llenar sonido alguno. Dios me concede la posibilidad de vivir y de crecer, también en el dolor.

A Dios le pido lo mismo que él me da y quiere: poder ser persona en la salud y en la enfermedad. Le pido comunión con él, conmigo y con los demás. Hágase tu voluntad.

En Labor Hospitalaria  Nº 302

viernes, 19 de octubre de 2012

El adiós


Ciertas personas no van nunca al cementerio porque consideran que los ritos sobran, pero se han dado cuenta de la importancia de los momentos de despedida de la muerte de un ser querido. Mantienen que hasta el momento del funeral o del entierro… no se han dado cuenta de que decían «adiós», de que la muerte era un hecho evidente. ¿Por qué?

Es muy normal, porque decir «adiós» significa disponer de un tiempo específico para despedirse de la persona difunta. Por este motivo, es necesario llevar a cabo y cuidar los ritos de despedida, o el duelo se complica.

Incluso cuando no se tiene el cuerpo del difunto, como en casos de naufragio, incendio, alud… hay que enterrar un objeto personal, con la finalidad de despedir al ser querido, aunque sea simbólicamente.

Entonces…  ¿y las incineraciones?

En la mayoría de esos casos, el duelos se elabora posteriormente, a través de un trabajo minucioso que tiene en cuenta todos los pasos que se han llevado desde el hecho de la muerte hasta la incineración del cuerpo: porque a ciertas personas les ayuda el hecho de desprenderse de las cenizas, y otras «momifican» al difunto teniéndolo en un lugar preeminente del hogar.

La incineración, como el entierro en un nicho, presenta ventajas e inconvenientes. El problema no es el objeto en sí (el cuerpo o las cenizas), sino qué presencia del difunto facilita más a los familiares y amigos «tocar» la despedida, es decir, vivir más profundamente el adiós.

Del libro Acompañando en la pérdida

jueves, 18 de octubre de 2012

Cuidados Paliativos desde la Hospitalidad


'Cuidados Paliativos, desde la Hospitalidad' es el esquema que utilicé para defender el trabajo final del Máster en Cuidados Paliativos

Bioética, Cuidados Paliativos y Pastoral de la salud



'Bioética, Cuidados Paliativos y Pastoral de la salud, tridimensionalidad en el final de la vida', es el esquema que utilicé para defender el trabajo final del Máster de Bioética.

Desde la oración, celebra la VIDA

Abrir la puerta de la fe: Proyecto pastoral

Y ahora qué

El camino de mi fe

Grupo de Reflexión con ancianos

Llamada a la unidad dentro de la Iglesia

"Nos duele el eclipse de Dios en esta realidad cultural, social, económica y política; Dios no es noticia"

"Lo que nos une y nos preocupa", llamada de atención en el interior de los seguidores de Jesús


La Vanguardia, 15 de octubre de 2012

Nosotros, Francesc, Jordi, Josep, Josep Maria, y Josep Maria, cristianos laicos que vivimos la pertenencia a la Iglesia desde varias sensibilidades y experiencias de fe, queremos hacer llegar a nuestros hermanos del Pueblo de Dios y a las personas de buena voluntad, nuestra reflexión común y constructiva, con motivo del sínodo de la nueva evangelización y como una modesta aportación a una más fraterna unidad eclesial.
Partimos de la idea que lo que nos une como cristianos es mucho mayor que lo que nos separa y estamos convencidos de que la hora presente nos pide en todos un profundo sentido de pertenencia a la Iglesia y un compromiso firme con el país y, especialmente, con las personas y los colectivos que sufren de manera más grave los estragos de la crisis.
La crisis estructural que estamos sufriendo afecta gravemente a las personas y las instituciones. Es una crisis global que afecta a todas las esferas de la vida y que exige unidad de criterio en la respuesta. No hay soluciones mágicas, ni recetas milagrosas, pero estamos convencidos de que, inspirados en el pensamiento social de la Iglesia, podemos aportar soluciones para afrontar el presente y los futuros años. Como cristianos, nos sentimos llamados a participar en la edificación de un mundo más justo y fraterno y a fortalecer lazos de fraternidad entre los miembros del Pueblo de Dios, y a buscar lo que nos une a todos nuestros conciudadanos

2. Y, PESE A TODO, ESPERANZADOS
La esperanza es el motor de la acción cristiana en el mundo. Se funda en la confianza de que no estamos solos y de que Dios actúa, misteriosamente, a través de las personas que buscan el bien, la justicia, la verdad y la belleza. Entendemos que no estamos dejados de la mano de Dios y que Él actúa en la historia abriendo caminos de pacificación y de reconciliación. Contra la moral de derrota y el escepticismo indolente tan extendido en el momento actual, reivindicamos la esperanza madura, la que no desfallece ante las dificultades y que busca, con inteligencia, formas para paliar nuestros sufrimientos y para mejorar el mundo que hemos recibido.
Nos duele el eclipse de Dios en nuestra realidad cultural, social, económica y política, y aspiramos en que Europa sea fiel a los valores humanísticos que la han hecho ser como es.
Dios no es noticia. Ha sido arrinconado de la vida pública, pero también de la esfera privada de gran parte de conciudadanos nuestros. Entendemos que Dios es la fuerza que nos empuja a transformar lo que es injusto en justo, lo que es mezquino en noble, es esta Potencia creadora que todo lo renueva.
Queremos que el humanismo integral, cimentado en el respecto a la dignidad de toda persona humana, en la justicia social y en la libertad de pensamiento, de asociación, de acción y de creencias, sean los principios que rijan la vida política de Europa, más allá de la legítima pluralidad ideológica, que es la condición de posibilidad de la vida democrática. En este ámbito, los católicos tenemos mucho a aportar. Tenemos que proponer con naturalidad a la sociedad lo que creemos.
Queremos reiterar lo que nos une por encima toda otra diferencia. La dispersión y la fragmentación nos hacen daño como comunidad de fe y nos quitan energías para transformar creativamente el mundo a la luz del Evangelio. Nos une la fe en un Dios que es Amor infinito, que vela por cada ser humano, que se ha hecho presente en la historia de los hombres y se ha revelado definitivamente a Jesucristo.
Entendemos que el seguimiento de Jesucristo es una opción de vida, libremente escogida, que asumimos plenamente, porque entendemos que Él es el camino, la verdad y la vida. También manifestamos un sentido amoroso de pertenencia a la Iglesia por Él instituida, a pesar de nuestras pobrezas humanas, debilidades y contradicciones, así como las debilidades y limitaciones de nuestras instituciones eclesiales. Entendemos que la Iglesia, entendida como Pueblo de Dios es el lugar privilegiado para vivir, celebrar y compartir la fe y proponerla razonablemente a nuestros conciudadanos. Porque amamos la Iglesia queremos que sea luz y sal en el mundo tal como nos pide Jesús.
La Iglesia, por la acción del Espíritu de Dios, atraviesa la historia aportando una Historia más grande, la de la Buena Nueva de que somos portadores por la gracia de la Revelación: Dios inalcanzable, inefable, indefinible, se ha hecho presente en la vida humana para decirnos que nos ama con el amor mayor, como Padre nuestro, que nos quiere con Él para vivir la vida de la felicidad eterna. Creemos que tenemos que continuar lo que Jesús reclama como voluntad del Padre: "El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para llevar la buena nueva a los pobres, me ha enviado a anunciar a los cautivos la liberación y a los ciegos la recuperación de la vista, a poner en libertad a los oprimidos, a promulgar el año de gracia del Señor" (Lc 4, 18-19). Esta es la Buena Nueva de Jesús. Evangelizar de nuevo significa llevar a las personas esta Buena Nueva anunciada por Jesucristo. Para hacerlo, tenemos presente su mandato. Leemos en el Evangelio: "No tengas miedo, pequeño rebaño, que vuestro Padre se complace en daros el Reino " (Lc 12, 32).

3. UNA ACCIÓN TRANSFORMADORA. CONTRA EL DERROTISMO         
Respetando la autonomía del mundo y las libres decisiones de las personas, Dios actúa como un suave airecillo, como recuerda la Biblia, para no vulnerar, ni estropear nuestra libertad. La autonomía del mundo y su libertad explica la opción del descreimiento, y en otro orden, la existencia del mal y del sufrimiento. La fe no es una evidencia lógica, ni se puede verificar; es un acto de la voluntad; una opción libre y razonable que abre un nuevo horizonte en la existencia humana. Queremos transmitirla y comunicarla a los conciudadanos, pues creemos que es un bien valioso, que transforma el corazón de las personas y las orienta hacia la felicidad.
Ante el misterio indescriptible de Dios, el ser humano tiene que adoptar una actitud de humildad. Queremos llamar a profundizar la experiencia de Dios en el seno de la comunidad eclesial y a potenciar la vivencia de Dios, porque es ahí donde el creyente encuentra su fundamento, energías y razón de ser. Dedicarse a Dios significa permanecer tiempo con Él y hacer real el amor al prójimo.
Amar al hermano como a uno mismo no es una opción, es un mandato con una dimensión personal en la vida cotidiana de cada uno y otra colectiva, porque somos Pueblo de Dios en razón de la Alianza renovada que Él ha hecho con nosotros. Leemos: "Como hermanos amaos intensamente los unos a los otros de todo corazón" (1P 1, 22). La fe necesita de obras porque "si no tiene obras, está muerta" (Jm 2, 17).
En el ámbito individual, amar, incluso a quienes nos quieren mal, es una exigencia que emana del Evangelio y que hace posible la paz y la reconciliación entre personas y pueblos. Muchos cristianos no contribuimos de forma eficaz a esta obligación, aunque sabemos que "al final del tiempo seremos juzgados en el amor".
La dimensión colectiva de amor, la caridad tiene una de sus más altas expresiones en la política, según han manifestado reiteradamente los últimos papas. Eso se concreta en la acción en favor de los más desfavorecidos, los pobres y los que sufren, que tiene desde siempre, dos dimensiones: una de carácter paliativo, ayudar de manera práctica y eficaz a todos los que lo necesitan y, otra de carácter crítico, transformar las estructuras que generan esta situación. La justicia brota de la fe. Los cristianos hacemos, en términos comparativos, un gran trabajo, no siempre bien reconocido en relación con la fe que la impulsa, pero su bondad no significa que no podamos hacer más el bien con la gracia de Dios.
Hay una segunda dimensión: la de combatir pacífica y tenazmente las estructuras de pecado que generan todo tipo de injusticias en el mundo. En este ámbito no carecemos de recursos. Todo lo contrario. La Doctrina Social de la Iglesia, que no es un programa político ni pretende serlo, es el proyecto más formidable y completo alternativo al sistema actual. Leemos en el Evangelio: "Ha derribado de los tronos a los poderosos y ha ensalzado los humildes. Ha llenado de bienes a los hambrientos y ha despedido vacíos a los ricos" (Lc 1, 52-53).
Transformar nuestra sociedad para superar la profunda crisis moral, económica, educativa, social, demográfica y ambiental que sufre, exige de nosotros el mismo esfuerzo que paliar la situación de los desfavorecidos. No podemos limitarnos a sacar agua de la barca si cada vez entra más. Hay que investigar las razones y proponer cambios en las estructuras dentro del sistema democrático.
Queremos llamar a los cristianos y personas de buena voluntad a actuar de modo más decidido guiados por la doctrina social de la Iglesia en la necesaria acción transformadora de la sociedad.

4. EL SÍNODO, UN NUEVO ALIENTO PARA EVANGELIZAR
El sínodo es una ocasión especial para reflexionar sobre cómo transmitimos lo que creemos a la sociedad, qué fortalezas y debilidades tiene ese testimonio, y nos exige buscar lo más esencial, así como un lenguaje adecuado para que nuestros contemporáneos trasluzcan la riqueza inherente al mensaje liberador del Evangelio.
La época actual nos exige audacia para proclamar aquello que creemos en contextos muy alejados de la fe, pero, a la vez, inteligencia y sentido crítico para encontrar las mejores formas y mediaciones para hacer presente el Evangelio y propiciar la relación íntima y personal con Dios, verdadero factor de transformación. Tenemos que hacerlo con convencimiento y decisión, sabiendo pedir perdón si desfallecemos, personal e institucionalmente, en el testimonio del amor de Dios.
La nueva evangelización sólo es posible si los cristianos renovamos nuestra fe, tomamos conciencia del don recibido, del gozo de ser queridos por Dios, de la gran posibilidad que se nos ha dado al ser engendrados. También debemos rogar para que la Iglesia sea testimonio de amor y compromiso. La invitación a creer sólo es creíble si va unida a un testimonio sincero, ya una actitud de respeto y de estimación hacia todos los ciudadanos, independientemente de lo que crean y profesen.

JORDI LÓPEZ CAMPS
JOSEP MARIA CARBONELL I ABELLÓ
JOSEP MARIA CULLELL I NADAL
JOSEP MIRÓ I ARDÈVOL
FRANCESC TORRALBA ROSELLÓ

lunes, 15 de octubre de 2012

El arte de la comunicación con pacientes muy graves


El título completo de este libro es: 

El arte de la comunicación con pacientes muy graves. Entre la honestidad, la empatía y la esperanza.

Los autores son Anthony Back, Robert Arnold y James Tulsky

En este libro se definen las diversas funciones que ha de cumplir la comunicación entre el médico, el paciente y los familiares. Los médicos que atienden a enfermos en peligro de muerte se enfrentan a retos complicados a la hora de comunicar malas noticias. Los pacientes y sus familias pueden reaccionar con tristeza, angustia, rabia o negación.

Este libro define las tareas de comunicación específicas necesarias para hablar con pacientes cuya vida está en peligro y con sus familiares: la comunicación de malas noticias, el cambio a cuidados paliativos, la discusión sobre los tratamientos especiales que quiere o no quiere el enfermo al final de su vida, o sobre las indicaciones dadas en el testamento vital, o bien el tratamiento de temas espirituales o religiosos y de otros problemas que hay que encarar en la fase final de una enfermedad.

El libro es muy claro y de gran utilidad. Los problemas siguen una progresión lineal basada en el día a día de cada profesional, ejemplificando cada uno con casos idóneos seleccionados por los autores Anthony Back, Robert Arnold y James Tulsky y sus propias experiencias personales y profesionales. Este texto es muy útil para los equipos profesionales hospitalarios en fase terminal. Se presentan los datos obtenidos en investigaciones empíricas junto a la propia experiencia de los autores para elaborar un mapa que sirva de guía en las difíciles conversaciones en las que se contempla una posible muerte.

miércoles, 10 de octubre de 2012

Enfermos terminales


Hoy en ZENIT, me he encontrado con esta noticia:

La Universidad Católica de Milán denuncia una campaña que manipula a enfermos terminales


La asociación Luca Coscioni busca testimonios a favor de la legalización de la eutanasia:  "Si usted sufre de una enfermedad incurable, y está interesado en participar como el rostro de una campaña a favor de una ley que cumpla con todas las decisiones de fin de vida - se lee en el texto que acompaña el vídeo llamarnos al xxxxxx o por correo electrónico a xxxxxx o Associazione Luca Coscioni, Via xxxxxx Roma " (incluye un número de teléfono, una dirección de e-mail y una dirección de correo postal). Aquí tenéis el vídeo:



El artículo de ZENIT es el siguiente:

Un cama de hospital vacía y un mensaje en italiano: “fatevi vivi” (dad señales de vida). Con este alucinante cinismo, disfrazado publicitariamente de humor negro, la asociación italiana Luca Coscioni ha lanzado una campaña publicitaria para reclutar pacientes terminales, como testigos a favor de la legalización de la eutanasia.

Lo ha denunciado en una nota de prensa el Centro de Ateneo de Bioética de la Universidad Católica de Milán.

Según la nota, el salto cualitativo, la novedad trágica de esta campaña está en la “instrumentalización del sufrimiento y de la enfermedad de personas reales, que se ilusionan con hacerse protagonistas, llamadas a publicitar su propia muerte”.

“Los enfermos –subraya la nota- son y deben ser protagonistas porque lo que está en juego, en la enfermedad y en la asistencia, es más que su salud, son ellos mismos, su dignidad inalienable”.

Por ello, asegura, “es innoble confundir el derecho a rechazar tratamientos y atención paliativa con la eutanasia”. “Es absurdo –añade- hacer creer que ser protagonistas tenga nada que ver con la muerte”.

“Especulando cínicamente con la necesidad de sentido y de cuidados que atraviesa una existencia marcada por el dolor y el sufrimiento de una enfermedad terminal, se difunde un mensaje totalmente engañoso”, afirma el centro de Bioética de la Universidad Católica de Milán.

“Dad señales de vida”, en realidad significa: “venid que os matemos”, señala el comunicado.

Dado que, además, el anuncio publicitario se acompaña con el lema “Del cuerpo del enfermo al corazón de la política”, resulta fácil preguntarse cuáles son los verdaderos objetivos de la campaña, subraya la nota.

El comunicado del centro de Bioética de la Universidad Católica de Milán concluye: “En un momento de crisis 'radical' del estado de bienestar en Italia, cuando se están viviendo graves sacrificios económicos, la campaña publicitaria de la asociación Luca Coscioni, envuelta en su liberalismo individualista, suena incluso como una trágica receta de política económica”.

Pues así están las cosas, sólo falta añadirle como a la película dirigida por Giovanni Fago, aquello de “la polizia non interverrá”. ¡Inadmisible!


domingo, 7 de octubre de 2012

Acompañamiento espiritual al enfermo


Esta es una presentación sobre acompañamiento espiritual al enfermo, son ideas breves para poder realizar un buen acompañamiento.


Pastoral de la Salud





Formación sobre Pastoral de la Salud y Relación Pastoral de ayuda que realicé hace algunos años. Realizo un recorrido de la Pastoral de la Salud hasta nuestros días, cuáles son los objetivos y cómo se evangeliza en el mundo de la salud; es decir, intentar responder al qué, cómo, cuándo, por qué, dónde, de la Pastoral de la Salud.

El Comedor Social de Sevilla incrementa en 10.000 los usuarios en un año


El Comedor Social San Juan de Dios de Sevilla ha incrementado en 10.000 personas su número de usuarios en un año. El 5 de octubre se cumplió el segundo aniversario del funcionamiento de este centro, que de enero a septiembre de 2011 registró una demanda de alimentos de 20.300 personas. En el mismo periodo de este año, el Comedor social atendió a un total de 29.683 usuarios.

Mas información en: 



sábado, 6 de octubre de 2012

Dolor y enfermedad



Dolor y enfermedad, contado por los jóvenes de Arguments, en pocas palabras, sólo dura dos minutos y vale la pena verlo... 

lunes, 1 de octubre de 2012

Gestión integral de la Orden Hospitalaria San Juan de Dios


Directivos de los centros de San Juan de Dios en la Provincia Bética celebraron esta semana una reunión destinada a debatir la gestión sanitaria en tiempos de crisis económica. La Institución apuesta por mantener su actual modelo de asistencia, basado en la relación mediante diferentes fórmulas con las administraciones públicas “porque compartimos el interés fundamental de atender el derecho de todos los ciudadanos a la sanidad”, según afirmó el Superior Provincial, Julián Sánchez Bravo.