martes, 25 de agosto de 2009

Una experiencia en Pastoral de la Salud

Desde el Área de Psicogeriatría y Cuidados Somáticos trabajamos para hacer llegar la Buena Nueva de Dios a nuestros Residentes, se trata de hacer vida el Amor misericordioso de Dios, que día a día los acompaña en su peregrinar por el Centro en el que trabajo. Pretendemos que el último tramo de la vida sea un camino de acercamiento a los brazos del Padre, vividos desde el acompañamiento que al estilo juandediano se les pueda ofrecer; por tanto, desde la hospitalidad, acogemos, escuchamos, acompañamos y celebramos la vida, una vida repleta de altibajos, en los que la enfermedad, el sufrimiento, la soledad,… van haciendo mella; pero no por ello dejan de ser importantes a los ojos de Dios, ni a los nuestros; sino que más bien pasan a ser los predilectos del Señor, y lo más importante para nuestro Centro.

Para realizar un trabajo en condiciones, lo primero es programar, porque aunque lo importante es sobre todo ser y estar con los Residentes, también es verdad que hay que ‘hacer’ Grupos y Dinámicas, preparar Oraciones, Celebraciones, que ayuden a experimentar la presencia de Cristo, tal y como el mismo Jesús nos dijo: «Donde 

dos o más estéis reunidos en mi nombre, en medio de vosotros estoy yo» Y esto no es tarea únicamente del Agente de Pastoral, sino de un equipo que trabajamos para que los residentes reciban un atención integral.

Para aportar nuestro grano de arena a la calidad, también tenemos que medir, presentar los Indicadores de Calidad y las Estadísticas de Pastoral, los Protocolos,… Informar a las familias que lo soliciten de las Actividades que se realizan en el Área, y ofrecer nuestro Servicio de Pastoral de la Salud, estando abiertos a colaborar para cubrir las necesidades espirituales y/o religiosas de Trabajadores, Familias y Residentes.



Norka C. Risso Espinoza