martes, 28 de agosto de 2012

Curso de Dirección de Residencias para mejorar la atención al Mayor


El Centro Universitario de Enfermería San Juan de Dios, adscrito a la Universidad de Sevilla, organiza el curso de Experto Universitario en Dirección de Residencias y Servicios de Atención al Mayor, que se desarrollará a partir del próximo mes de octubre hasta junio de 2013.

El plazo de matrícula comienza el 1 de septiembre de 2012 y finaliza el día 20 del mismo mes.

Este curso viene a dar respuesta a la creciente necesidad de profesionalización y especialización en un sector como el de Atención a las Personas Mayores, donde la demanda laboral irá en aumento en los próximos años.


Los objetivos del curso, que cuenta con 30 créditos y 750 horas lectivas, son capacitar al profesional para la dirección y gestión de una Residencia o Servicio de Atención al Mayor, conocer las características, necesidades y demandas de la Atención al Mayor desde una perspectiva integral, cuál es la cartera de servicios, la estructura y la organización que ha de incorporar la Residencia o Servicio para proporcionar una respuesta de calidad, así como identificar las implicaciones éticas de la atención.

Igualmente, los alumnos aprenderán a evaluar planes de intervención psicosocial y asistencial diferenciando criterios adecuados de diseño de programas y servicios, además de adquirir criterios básicos de un sistema de gestión de recursos humanos. Otro de los objetivos será  conocer la gestión económico- financiera y de servicios generales, así como la aplicación de la normativa jurídica que atañe a las Residencias y Servicios de Atención al Mayor.


Sufrimiento y esperanza


«Los rostros del sufrimiento» representan la compleja geografía de las fragilidades humanas, y «Los corazones de la esperanza» son los portavoces y los testigos de la cercanía, de la acogida y del tratamiento. Conjuntamente, recorren los tramos de un viaje que une para siempre a quienes reciben y dan la ayuda, a los heridos y a quienes los curan, a los moribundos y a quienes viven, en una experiencia existencial en la que cada uno puede ser un don para el otro, un libro de vida, una fuente de inspiración, de consuelo humano y espiritual.

En «Sufrimiento y esperanza» cada capítulo es un camino para comprender mejor la patología específica de la que se trata, no tanto desde el punto de vista médico, sino desde el punto de vista humano y espiritual:
          Capítulo 1: la discapacidad
          Capítulo 2: los trastornos psíquicos
          Capítulo 3: la depresión
          Capítulo 4: la drogodependencia
          Capítulo 5: el alcoholismo
          Capítulo 6: la leucemia
          Capítulo 7: la insuficiencia renal crónica
          Capítulo 8: las enfermedades coronarias
          Capítulo 9: el VIH y el sida
          Capítulo 10: la enfermedad de Alzheimer
          Capítulo 11: acompañar a los moribundos

La estructura que sigue Arnaldo Pangrazzi incluye los siguientes elementos: una descripción fenomenológica de la enfermedad de que se trata; un estudio de algunos de los procesos psicológicos que se repiten constantemente; una referencia a la Biblia, con el objetivo de enmarcar la dolencia en el horizonte espiritual; un testimonio o un diálogo con el paciente que está viviendo la experiencia; y, finalmente, algunas orientaciones pastorales para dar un mejor testimonio de las actitudes del buen samaritano y vivir el evangelio de la cercanía junto a las personas que se ven puestas a prueba por las diversas dolencias.

lunes, 27 de agosto de 2012

Desde la cresta de los años


La autora de este libro, Inmaculada Ortiz Lledó, bajo el título “Desde la cresta de los años”, nos presenta su propia interpretación de cómo animar y acompañar a nuestros mayores, tras muchas horas de ensayo y de experiencia personal al hacerse una más entre ellos. Ha sabido jugar a ser viejo y vieja sin serlo. Ha leído en los ojos de cada uno de los ancianos que han pasado por su vida como los años. Es una profesional de largo recorrido junto a los ancianos pero con un estilo propio, de juego con regate corto, a pie de sala, de cama, de pasillo, de escenario improvisado o de mesa redonda compartida por quienes, según ella, “siempre tienen algo que hacer y que decir”. Es autor de dinámicas ad hoc, rompedoras donde las haya, jamás descritas en ningún manual. Es una mujer creativa, jovial, directa, respetuosa y paciente, pero a la vez incisiva, insistente, demoledora con el “status quo” y los “clichés” establecidos a la hora de decidir qué hacer con los ancianos en sus ratos libres. Este libro es sólo una invitación “para venir y ver” como siempre se puede intentar hacer algo nuevo y diferente con las personas mayores, para que no se aburran, para que no se duerman, para que estén atentas a sus muchos años.

Aquí os dejo el índice para ir abriendo el apetito a esta fabulosa lectura:
  1. Inicios y fundamentos
  2.  El trato al mayor
  3. Condiciones para la animación. El entorno
  4. Personal que se relaciona con el mayor
  5. Ellos construyen el día a día
  6. Programación y actividades
  7. La solidaridad vivida
  8. Cómo viven nuestros mayores su fe
  9. Cómo viven los ancianos su última etapa

Este libro está editado por la Fundación San Juan de Dios, que es una entidad sin ánimo de lucro constituida por la Provincia de Castilla de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios. Tiene entre sus fines la formación, la promoción y la difusión del conocimiento en el ámbito de las Ciencias de la Salud y de la asistencia social y  sanitaria. Sus publicaciones tienen como eje la búsqueda de una atención integral y de calidad a las personas en situación de enfermedad, discapacidad o marginación.

jueves, 23 de agosto de 2012

Acción de la Parroquia con los enfermos


Está claro que la acción de la parroquia con los enfermos debe inspirarse en el primer evangelizador, es decir, en Cristo, que pasó curando y evangelizó curando, lo maravilloso de Jesús es que no fueron sólo palabras, sino también obras; él supo ser, estar y hacer… nos lo encontramos por ejemplo en Mt 9,35: “recorría ciudades y aldeas, enseñando en sus sinagogas, predicando el Evangelio del Reino y curando todas las enfermedades y dolencias”; y esa es la misión que nos encargó a la iglesia.

Al compartir de manera eficaz los sentimientos de los enfermos y de los pecadores, mientras proclama la salvación y sana enfermos, Jesús revela el verdadero rostro del Padre, amigo del hombre y amigo de la vida. Además, Jesús comparte con sus discípulos la propia misión de evangelizar y curar, nos lo encontramos en el evangelio de Lucas: “en la ciudad en que entréis y os reciban… curad los enfermos que haya en ella, y decidles: el Reino de Dios está cerca de vosotros”.


Esta es nuestra tarea: entrar en la ciudad, en la sociedad de nuestros días, curar a los enfermos que haya en ella y desde esa acción curadora proclamar al hombre de hoy la cercanía de Dios y el cumplimiento actual de las señales que liberan. Como nos encontramos en Isaías: “fortaleced las manos débiles, robusteced las rodillas vacilantes, decid a los cobardes de corazón: sed fuertes, no temáis; mirad a vuestro Dios que trae el desquite, viene en persona, os resarcirá y os salvará. Se despegarán los ojos del ciego, los oídos del sordo se abrirán saltará como un ciervo el cojo, la lengua del mundo hablará." (Is 35,3-6)

La parroquia continúa la obra de Jesús y, como él y sus primeros discípulos, se inclina ante la humanidad sufriente para levantarla y hacerla caminar en nombre de Jesús.

La parroquia continúa la misión de curar propia de Jesús. Su fidelidad a Él y su fidelidad al hombre de hoy le llevan a concretar aquellas acciones que hacen real su misión de curar a los enfermos. 

martes, 7 de agosto de 2012

Cuidados paliativos

Interesante:



La Dra. Isabel Perez Cano, experta en cuidados paliativos explica su trabajo atendiendo a los pacientes terminales en su domicilio. Su conferencia fue realizada en la UNED (Madrid) el 3 de mayo de 2012.

lunes, 6 de agosto de 2012

Sobre la muerte y los moribundos


Quiero empezar esta entrada con las palabras de Rabindranath Tagore:
           
No me dejes pedir protección ante los peligros, sino valor para afrontarlos.
No me dejes suplicar que se calme mi dolor, sino que tenga ánimo para dominarlo.
No me dejes buscar aliados en el campo de batalla de la vida, como no sea mi propia fuerza.
No me dejes anhelar la salvación lleno de miedo e inquietud, sino desear la paciencia necesaria para conquistar mi libertad.
Concédeme no ser un cobarde, experimentar tu misericordia sólo en mi éxito; pero déjame sentir que tu mano me sostiene en mi fracaso.

Estas palabras son como el prefacio de este libro de Elisabeth Kübler-Ross, «Sobre la muerte y los moribundos».

Este es uno de esos libros que cuido porque es especial para mí, los motivos son varios, uno de ellos es que es un regalo de mi amiga Olimpia. Este es uno de esos libros que es difícil que te regalen, el título para empezar no invita a ello; sin embargo, los que me conocen saben que por mi  profesión continuamente estoy intentando estar al día en estos temas.


Negar la muerte como hecho individual o social (con mecanismos del tipo «ya me preocuparé cuando sea necesario») tiene una importante consecuencia: la falta de preparación psicológica cuando se presenta el trance; especialmente en el paciente, pero también en los allegados o el equipo que lo atiende.

‘Sobre la muerte y los moribundos’ cubre esta carencia. A través de la identificación y comprensión de los sentimientos de los moribundos, esta obra muestra cómo controlar dichas emociones y cómo transformar las actitudes para aliviar el sufrimiento. Por ello. Este libro es indispensable para todas las personas que deseen abordar su futuro con responsabilidad

Psicoterapia y espiritualidad. La integración de la dimensión espiritual en la práctica terapéutica

Esta monografía, fascinante y profunda, está escrita por una persona que reúne en sí unas cualidades excepcionales: un saber teológico profundo, conocimientos y experiencia en psicoterapia y una comprensión muy penetrante del desarrollo histórico de la sociedad occidental, todo ello expuesto con claridad y convicción. 

Schreurs se dirige al lector y cautiva su atención a lo largo de su análisis de los profundos valores humanos estudiados por la teología, la religión, la espiritualidad y la psicoterapia: la tristeza, el perdón (y su denegación), la culpa, la vergüenza, el remordimiento, la venganza y la pérdida del sentido de la vida. 

Nos muestra que, cuando la reconocemos plenamente, la espiritualidad de un paciente puede desempeñar un papel positivo en la psicoterapia.

El libro se divide en cuatro partes:
  • Parte 1. La espiritualidad en la sesión terapéutica
  • Parte 2. Una gramática de la conciencia occidental
  • Parte 3. Los aspectos existenciales y cognitivos de la espiritualidad
  • Parte 4. Los aspectos relacionales de la espiritualidad
En los que veremos:

  1. ¿Huida, temor o fe?
  2. ¿Miedo infundado o razonable
  3. ¿Trauma psicológico o espiritual?
  4. ¿Alucinación o visión?
  5. ¿Depresión u oscuridad espiritual?
  6. ¿Narcisismo o adoración mal dirigida?
  7. El pasado complica el presente
  8. El trasfondo cultural llevado a un primer plano
  9. La psicoterapia y las metáforas primigenias culturales
  10. La psicoterapia y las metáforas primigenias espirituales
  11. Las metáforas primigenias espirituales y la moderna conciencia occidental
  12. La espiritualidad como un proceso de cambio
  13. El aspecto existencial de la espiritualidad
  14. La psicoterapia y la lucha por la espiritualidad auténtica
  15. El aspecto cognitivo de la espiritualidad
  16. La psicoterapia y la experiencia iluminativa
  17. El análisis de las relaciones espirituales
  18. La espiritualidad como un factor terapéutico negativo
  19. Las relaciones impersonales (o manipuladoras)
  20. La predestinación y la doble predestinación
  21. Las relaciones de mutuo acuerdo (o contractuales)
  22. Las relaciones de amor mutuo (o de compañerismo)
En este detallado estudio de la interrelación entre la psicoterapia y la espiritualidad, introduce a psicoterapeutas y especialistas de la salud mental al tema de la espiritualidad y de la influencia que puede tener en un contexto terapéutico.

Me parece un libro muy útil para todo profesional que trabaje en el campo de la salud mental.

Necesidades espirituales de las personas enfermas en la última etapa de sus vidas

Este libro es fruto de un estudio realizado en el marco del trabajo continuo que desarrolla el equipo de pastoral sanitaria de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, Provincia de San Rafael. La Orden Hospitalaria desarrolla en el campo de cuidados paliativos una intensa actividad que se traduce en experiencia, implicación y compromiso de los equipos profesionales en niveles internacional, nacional y provincial. El libro surge de la necesidad de profundizar sobre las necesidades espirituales de las personas enfermas en la última etapa de su vida, desde la perspectiva de sus propios protagonistas, con la finalidad de contribuir a la reflexión y fortalecer su atención integral, manteniendo y/o adecuando el acompañamiento que, específicamente en esta dimensión espiritual de las personas, se ofrece en cada centro.

Los principales capítulos del libro son:
  1. Atención espiritual y religiosa en el marco de la asistencia integral a los enfermos
    1. Fundamentación de la atención espiritual y religiosa a los enfermos
    2. Dimensión espiritual y dimensión religiosa
      • La dimensión espiritual
      • La dimensión religiosa
      • Relación entre las dimensiones espiritual y religiosa
    3. Atención a las necesidades espirituales y religiosas
  2. Necesidades espirituales
    1. Modelo "fásico" del morir
    2. Necesidad de ser reconocido como persona
    3. Necesidad de esperanza
    4. Necesidad de buscar sentido a la vida
    5. Necesidades éticas
    6. Necesidades estéticas
    7. Necesidades religiosas
    8. Necesidades ante la proximidad de la muerte
El ser humano es algo más que su dimensión física, es un ser espiritual o trascendente,  y este espacio necesita ser atendido durante toda la vida. Esa dimensión es especialmente manifestada, de una forma más profunda e intensa, en las personas enfermas en la última etapa de la vida, y en sus familias. En  las últimas décadas, en nuestra sociedad, las personas ya no morimos en casa, sino que lo hacemos en los centros asistenciales, y aumenta paulatinamente el número de personas en tratamiento paliativo. Dada esa situación, los diferentes profesionales sanitarios han de conocer, poder encauzar y dar respuesta a las necesidades espirituales de las personas que atienden. La atención espiritual es una parte esencial de la atención integral que debemos ofrecer a las personas, esa atención repercute en el estado global y en su calidad de vida al final de su existencia.

La unción de los enfermos

El sacramento de la unción de los enfermos ha sido hasta hace poco tiempo, e incluso aún hoy, administrado casi con temor, quizá porque se le consideraba presagio de un triste suceso. Son necesarios nuevos modelos pastorales creativos y significativos para que todo lo que se ha escrito sobre el sacramento de la curación y de la esperanza se convierta en espíritu y vida en el corazón de los creyentes; un sacramento que vuelva a ser deseado y solicitado con alegría en el momento del dolor, cuando se está enfermo, no moribundo, cuando el encuentro con Cristo puede producir todos sus benéficos efectos de alivio y salud.

El padre Rosario Messina, con 'La unción de los enfermos' nos ha regalado un libro espléndido en su conjunto que consta de seis capítulos:

  1. Misión de Jesús, misión de la Iglesia
    • Jesús y los enfermos
    • El Salvador y el Médico
    • "Predicad el evangelio y curad a los enfermos"
  2. Enfermedad y pecado
    • Un accidente en el camino
    • La ascética medieval
    • La filosofía
    • La liturgia
    • Momentos de reflexión Teológica
  3. Un poco de historia
    • En los primeros siglos del cristianismo
    • Casos normales
    • Casos especiales
    • Después del siglo VIII
    • El Vaticano II
    • Momento de la administración
  4. El texto de Santiago
    • Los efectos de la sagrada unción
    • Los efectos según algunos textos litúrgicos
    • Observaciones
  5. Normativa actual y orientaciones pastorales
    • La unción en el Código de Derecho canónico
    • El ministro de la unción
    • El óleo para la unción
    • Deseos
  6. El viático: sacramento del "tránsito"
    • El sacramento del "tránsito"
    • La prenda de la resurrección
    • La oración por los moribundos

Oración por la vida de Juan Pablo II



Oh, María,
aurora del mundo nuevo,
Madre de los vivientes,
a Ti confiamos la causa de la vida:
mira Madre el número inmenso
de niños a quienes se impide nacer,
de pobres a quienes se hace difícil vivir,
de hombres y mujeres víctimas
de violencia inhumana,
de ancianos y enfermos muertos
a causa de la indiferencia o
de una presunta piedad.
Haz que quienes creen en tu hijo
sepan anunciar con firmeza y amor
a los hombres de nuestro tiempo
el Evangelio de la vida.
Alcánzales la gracia de acogerlo
como don siempre nuevo,
la alegría de celebrarlo con gratitud
durante toda su existencia
y la valentía de testimoniarlo
con solícita constancia, para construir,
junto con todos los hombres de buena voluntad,
la civilización de la verdad y del amor,
para alabanza y gloria de Dios Creador
y amante de la vida.
Amén.

miércoles, 1 de agosto de 2012

Año de la fe (11-10-12 / 24-11-13)



El logo del Año de la Fe consiste en una barca, imagen de la Iglesia, cuyo mástil es una cruz con las velas desplegadas y el trigrama de Cristo (IHS). El sol, en el fondo, recuerda la Eucaristía:

Una barca, imagen de la Iglesia

La Iglesia es descrita en múltiples ocasiones como la barca de Simón Pedro; con el empleo de esta imagen se dibuja el componente humano de la Iglesia y la voluntad de Cristo de entregar la navegación de su barca a las manos vicarias de Pedro y de los otros Apóstoles. Pero, una barca no es un fin en si misma. Nadie se sube en un barco para vivir en él. La embarcación es un medio para trasladarse de una a otra orilla. La Iglesia es el vehículo que lleva a los hombres de la orilla de este mundo a la orilla de la eternidad. Pedro toma el timón de la barca, dirigido por Jesús, inspirado por el Espíritu Santo, conduciendo a la Iglesia, hoy en día. La barca de Pedro sigue su curso en el mar de la historia, lentamente pero sin pararse, hacia todas las playas donde vive la humanidad. Todos los que estamos en la barca de Pedro y con Pedro tenemos el deber de participar en las faenas de pesca.

Esta barca, aunque navega por el mar a veces sereno, a veces tempestuoso de la historia y del mundo al encuentro definitivo de su Señor, no se aparta de su misión en este mundo: evangelizar y ser instrumento de reconciliación de los hombres con Dios. La Iglesia, pues, se asemeja a una barca, desde cuya cubierta se ha de llevar a cabo la obra evangelizadora. Esta consistirá en acoger, en la cesta de la comunidad, a los hombres dispersos por las profundidades y por las superficies del agua. Los muchos milagros obrados por el Señor sobre el barco de S. Pedro muestran la importancia de este barco como imagen de la Iglesia fundada por el Señor. Desde la barca se arroja la amplia red, que tiene la misión de recoger a cuantos quieran incorporarse a la fe. En la Iglesia habrá sitio para cuantos se abran libremente a pertenecer a la comunidad de Jesucristo. 

Muchos de los seguidores de Jesús eran pescadores y sabían todo acerca de los barcos. Ellos sabían cómo identificar las tormentas y cómo mantener sus embarcaciones en buen estado. Este era un trabajo muy duro. Algunas personas piensan que ser miembro de la iglesia es como estar a bordo de un barco. Se tienen muchas responsabilidades y todo el mundo tiene que ayudarse unos a otros. A veces hay tormentas, otras veces se navega en un mar clamado. Y estamos siempre en movimiento, es como estar en un barco, navegando constantemente hasta llegar  a la orilla.

Mástil, una cruz con las velas desplegadas

El mástil de la embarcación de la iglesia es la santa cruz de Jesucristo. Cristo es quien gobierna la barca, si usamos el verbo gobernar con el sentido etimológico de «dirigir el rumbo» o de «manejar el timón». El mástil es la cruz; los dos timones son los dos Testamentos de la Revelación; la vela blanca es el Espíritu de Dios (San Hipólito de Roma). Cristo crucificado, simbolizado en la madera sujeta con clavos que compone el navío, es el experto timonel de la Iglesia. Con su donación completa, consigue dirigir la frágil barquilla al puerto del Reino, a pesar del temible oleaje de las ruindades humanas y de las deshumanizaciones terrenas.

 Trigrama de Cristo (IHS)

Este símbolo IHS o JHS es muy famoso y se usa en multitud de lugares. Su significado es muy sencillo: es la abreviatura del nombre de Jesús.

El monograma IHS aparece en los primeros siglos de nuestra era, a partir del nombre griego de Jesús: Ιησούς (en mayúsculas ΙΗΣΟΥΣ), del que sería abreviatura. Esta abreviatura es IHΣ, siendo sustituida la sigma final por la S, pero permaneciendo la eta griega, por su similitud con la H latina, y quedando como lo conocemos ahora. El olvido del origen del monograma dio lugar a etimologías populares, la más conocida es la de Iesus Hominum Salvator (Jesús salvador de los hombres).

 El sol recuerda la Eucaristía

La Eucaristía es la fuente y culmen de la vida de todo cristiano. Es signo de unidad, vínculo de caridad y banquete pascual en el que se recibe a Cristo, el alma se llena de gracia y se nos da prenda de la vida eterna.

La Eucaristía es memorial del sacrificio pascual del Señor; presencia viva y sustancial de Cristo en medio de nosotros; verdadero banquete de comunión; anticipación del Paraíso, que impulsa a transformar la propia vida, el mundo y la historia

¡La Eucaristía es misterio de fe! La fe es la que nos aúpa y nos levanta para vivir nuestra vida desde Dios, ver sus signos y su presencia. Con la fe vivimos nuestra vida con profundidad y de cara a la eternidad, de la que la eucaristía es ya un anticipo: “El que coma, tiene ya la vida eterna”. Sin la fe, la misa es algo lejano, aburrido, sin sentido, algo pasado que en nada nos concierne.

La Eucaristía para algunos es un recuerdo simbólico de que Jesús nos ama... y no la presencia viva, sacramental de Cristo que renueva su sacrificio de amor para darnos vida eterna, y salvarnos aquí y ahora. Su salvación se hace presente y actual para cada uno de nosotros.

Las esperas


Una estupenda reflexión sobre la vida misma.
Muchas veces la vida pasa ante nuestros ojos esperando ese tren de la felicidad que aparentemente nunca llega, y mientras seguimos esperando, y tan ensimismados en la espera, dejamos pasar lo verdaderamente importante, perdemos de disfrutar de las pequeñas-grandes alegrías que nos ofrece la vida...