Es
considerado el “creador del hospital moderno”. Juan no sólo se hacía cargo de
los enfermos, sino que los cuidados que ofrecía se extendían a todas las obras
de misericordia. Escribía en una carta: “Son tantos los pobres que aquí llegan,
que muchas veces no sé cómo pueden alimentarse, pero Jesucristo provee a todo y
les da de comer, porque sólo para la leña se necesitan siete u ocho reales cada
día, porque al ser la ciudad grande y muy fría, especialmente ahora en
invierno, son muchos los pobres que llegan a esta casa de Dios, porque entre
todos, enfermos y sanos y gente de servicio y peregrinos son más de ciento
diez”.
De
particular interés fue su manera de acoger y tratar a los “enfermos de mente”.
Petro Bargellini escribió de él: “Aun completamente desprovisto de estudios de
medicina, Juan se mostró más capaz que los mismos médicos, de modo particular
en el cuidado de los enfermos mentales, inaugurando, con gran anticipación en
tiempo, el método psicoanalítico y psicosomático, que sería el orgullo, cuatro
siglos después, de Freud y discípulos”.
Cuando
Juan quería pedir limosna para sus enfermos decía: “¿Alguien quiere hacer el
bien a sí mismo? ¡Hermanos míos, por amor de Dios, haceos bien a vosotros
mismos!”. No se es capaz, en efecto, de amar verdaderamente la pobreza de los
demás, si primero no se descubre también la propia oculta miseria. De aquí el
deber de “hacerse el bien haciéndolo a los otros”.
Tomado de
Subsidios para el Año de la Misericordia 2015-2016
Ed. BAC
En este año de la misericordia, comparto con vosotros este material sobre San Juan de Dios; por si os resulta útil para conocer más sobre la vida de este santo, que desde el carisma de la HOSPITALIDAD fue, es y será un santo de la misericordia:
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