Hoy en ZENIT, me he encontrado con esta noticia:
La
Universidad Católica
de Milán denuncia una campaña que manipula a enfermos terminales
La asociación Luca Coscioni busca
testimonios a favor de la legalización de la eutanasia: "Si usted sufre
de una enfermedad incurable, y está interesado en participar como el rostro de
una campaña a favor de una ley que cumpla con todas las decisiones de fin de
vida - se lee en el texto que acompaña el vídeo llamarnos al xxxxxx o por
correo electrónico a xxxxxx o Associazione Luca Coscioni, Via xxxxxx Roma " (incluye
un número de teléfono, una dirección de e-mail y una dirección de correo postal).
Aquí tenéis el vídeo:
El artículo de ZENIT es el siguiente:
Lo ha denunciado en una nota de prensa
el Centro de Ateneo de Bioética de la Universidad Católica
de Milán.
Según la nota, el salto cualitativo, la
novedad trágica de esta campaña está en la “instrumentalización del sufrimiento y de la enfermedad de personas
reales, que se ilusionan con hacerse protagonistas, llamadas a publicitar su
propia muerte”.
“Los enfermos –subraya la nota- son y
deben ser protagonistas porque lo que está en juego, en la enfermedad y en la
asistencia, es más que su salud, son ellos mismos, su dignidad inalienable”.
Por ello, asegura, “es innoble
confundir el derecho a rechazar tratamientos y atención paliativa con la
eutanasia”. “Es absurdo –añade- hacer creer que ser protagonistas tenga nada
que ver con la muerte”.
“Especulando cínicamente con la
necesidad de sentido y de cuidados que atraviesa una existencia marcada por el
dolor y el sufrimiento de una enfermedad terminal, se difunde un mensaje
totalmente engañoso”, afirma el centro de Bioética de la Universidad Católica
de Milán.
“Dad señales de vida”, en realidad
significa: “venid que os matemos”, señala el comunicado.
Dado que, además, el anuncio
publicitario se acompaña con el lema “Del cuerpo del enfermo al corazón de la
política”, resulta fácil preguntarse cuáles son los verdaderos objetivos de la
campaña, subraya la nota.
El comunicado del centro de Bioética de
la Universidad
Católica de Milán concluye: “En un momento de crisis
'radical' del estado de bienestar en Italia, cuando se están viviendo graves
sacrificios económicos, la campaña publicitaria de la asociación Luca Coscioni,
envuelta en su liberalismo individualista, suena incluso como una trágica
receta de política económica”.
Pues así están las cosas, sólo falta
añadirle como a la película dirigida por Giovanni Fago, aquello de “la polizia
non interverrá”. ¡Inadmisible!
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