El Papa Benedicto XVI señaló que es bello ser anciano y por lo tanto en sus rostros no debe estar nunca la tristeza, ya que son una riqueza para la sociedad y una escuela de vida para las jóvenes generaciones.
"Queridos hermanos y hermanas ancianos, a veces las jornadas pareces largas y vacías, con dificultadas, pocos esfuerzos y encuentros, no se desalienten nunca, ustedes con una riqueza para la sociedad, también en el sufrimiento y la enfermedad. Y esta fase de la vida es un don también para profundizar en la relación con Dios", dijo el Santo Padre.
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