El
fin de semana pasado estuve en el funeral de un amigo; al terminar la
celebración se leyó la siguiente carta, he de decir, que me impactó, escuchar a
la madre, entre nervios y tristeza, leer lo que su hija de 12 años había
escrito para la familia:
23-IX-2012
Queridas
tía Lali y Nuria:
Lo
siento mucho, aunque se haya ido físicamente no significa que también en
vuestro corazón.
Llorar
solo trae más lloro. No sirve para nada, solo angustia cada vez más y llega un
momento que te hunde en la miseria.
Hay
que ser fuerte y superar las consecuencias rodeadas de los que más os quieren.
Si
se ha ido, es porque ha escuchado la llamada de Dios.
Siempre
fue un hombre listo, bueno, amable y muy cariñoso con todos sus amigos y
familiares.
Allá
donde esté nunca se olvidará de vosotras.
Hay
un refrán que dice:
No
hay mal que por bien no venga, el mal es que nuestro ser querido se marchó hace
pocas horas pero el bien es que a partir de ahora nadie podrá con vosotras, y
de eso estoy totalmente segura.
Superaréis
todos los obstáculos que se enfrenten a vosotras en vuestro camino hacia la
gracia de Dios.
Su
camino ya terminó y como bien sabéis nunca dejó de luchar, quiero que imitéis
su ejemplo, no dejéis de luchar nunca, nunca, bajo cualquier circunstancia.
Tenéis
el ejemplo de Puchi, cuantos fallecimientos ha tenido ella en su vida y,
miradla, fuerte como Hércules.
‘No
dejéis nunca de luchar’
Paula Díaz Val
Gracias
Paula, por estas palabras, que no solo van dirigidas a tu familia, sino que
también pueden llegar a muchas personas, siendo palabras de consuelo y ánimo en
esos momentos de dificultad, de tristeza, de soledad,… por la pérdida de
alguien a quien queremos. Gracias Paula por compartir tus sentimientos, tu
sensibilidad, tu fortaleza, tu fe,… Tus palabras son vitaminas para el alma,
que podemos hacer oración. Que los años no te hagan perder esa capacidad para
expresar lo que muchos no sabemos decir.
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