Es una enfermedad neurodegenerativa
irreversible que cursa con demencia y cuyas causas no se conocen, que ataca al
cerebro y produce un grave deterioro de las funciones cognitiva, conductual y
funcional que condena a quien la padece a depender de un cuidador las 24 horas
del día.
Es la demencia más frecuente. No es parte
del envejecimiento normal, no es contagiosa y tampoco hereditaria, salvo en un
pequeño porcentaje de casos que no sobrepasa el 2%, la inmensa mayoría de los
casos son de los llamados esporádicos. Es una enfermedad ligada a la edad, si
bien no es exclusiva de los ancianos.
Aquí os dejo algunas sugerencias para
mejorar el bienestar de los enfermos
- Adivinanzas, refranes, completar frases, describir objetos, reconocer personas,... Para entrenar la memoria.
- Repetición de estímulos, consignas, órdenes o actos, para reforzar los niveles de percepción de las cosas familiares al anciano demente, estimulando sus niveles intelectuales no perdidos aún. Resulta fundamental la orientación en tiempo, lugar y persona, así como el reconocimiento de objetos de uso cotidiano.
- Que cuente cosas de su pasado, que hable de situaciones que recuerde. Para ello podemos ayudarle con fotografías suyas antiguas para que actúen como estímulo desencadenante de lo que nos cuente. Estimulación de la memoria remota
- Actividades manuales creativas (pintura, barro, etc.) Y de la vida cotidiana (pelar patatas, partir pan, etc.), supervisadas por el cuidador.
- Participar en eventos sociales (siempre y cuando los soporte), potenciar las visitas de amigos, haciéndolo participar en la conversación. Pedirle su opinión sobre algo que se acaba de comentar o que ha visto en la televisión.
- Favorecer su participación en los actos litúrgicos en los que participaba antes de la enfermedad, potenciar la visita del equipo de pastoral de la salud, poniéndolo como el centro de la actuación, las oraciones y los cantos suelen ser muy positivos.
- Reforzar positivamente las acciones bien realizadas. Evitar las opiniones cuando haga algo mal, no regañarle.
- La música puede servirle como distracción, como actividad relajante e incluso como evocadora de tiempos pasados.
- Dar paseos, movilizar articulaciones con ayuda del consejo de un especialista. Evitar posiciones estáticas durante largos períodos de tiempo.
- Fomentar la realización por sí mismo de sus actividades, para lo que debemos darle el tiempo que necesite y evitar hacerlo por él.
- Fomentar la lectura, aunque llegue un momento en que no entienda, ya que con nuestra ayuda y con las fotografías que acompañan una determinada noticia él puede comprender parte de lo expuesto.
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