miércoles, 19 de diciembre de 2012

Como un niño en brazos de su madre


Como un niño en brazos de su madre:
                    débil, frágil, indefenso…
                              mas seguro, confiado, arropado…,
                                        ¡querido! ¡deseado!
                                                  así quiero Señor, recibirte.

Porque quiero ser…

Cuna de la acogida para el emigrante.
Cuna del trabajo justo para el parado.
Cuna de la escucha para el anciano.
Cuna del respeto para quien piensa tan diferente.
Cuna de las ganas de vivir para el enfermo.
Cuna de la luz para el que camina en tinieblas.
Cuna de la tolerancia para el que profesa otra religión.
Cuna de la alegría para el triste y deprimido.
Cuna de la esperanza para el cansado de la vida.
Cuna de la hospitalidad para el que llama a la puerta.
Cuna de la fe para el incrédulo

Dios mío,
como un niño en brazos de su madre,
como todo un Dios en  brazos de su hijo predilecto…
sé bienvenido a tu mundo, mi mundo…
¡nuestro querido mundo!

                          J.M. de Palazuelo en el libro de Caritas

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