Aquí encontraréis reflexiones, comentarios, oraciones, vídeos... que nos ayuden a vivir en positivo desde la fe, la esperanza y la caridad; como urdimbres de la pastoral sanitaria. Este material versará sobre Pastoral de la Salud, Bioética y Cuidados Paliativos (#PASBIOPAL); siendo ésta una forma de realizar una labor evangelizadora desde la Hospitalidad, como valor del que me he ido empapando a lo largo de los años trabajados con los Hermanos de San Juan de Dios.
jueves, 31 de enero de 2013
Evaluación de la competencia en el enfermo mental
Comparto con vosotros la conferencia de mi amiga Isabel Fernández:
martes, 29 de enero de 2013
Sufrimiento
El sufrimiento es una realidad
por la que pasan todos los seres humanos, de hecho es una de las paradojas que
siempre ha preocupado al hombre, desde este surgen muchos de los grandes
interrogantes de la vida, el gran por qué; y se ha teorizado mucho sobre ello,
existen enormes tratados sobre el sentido del sufrimiento; pero, cuando se
siente en la propia vida, se convierte en una experiencia concreta que afecta a
todas las dimensiones del ser humano, física, social, emocional y
espiritualmente.
Y descubrimos que no existen
recetas para afrontar esos momentos concretos, muchas veces son procesos largos,
no hay soluciones rápidas para poner freno a ese dolor, y descubrimos que lo
que realmente importante en la lucha de esa realidad concreta, es el
acompañamiento; alguien que camine a nuestro lado por este laberinto que en
ocasiones se presenta tan oscuro que es muy difícil encontrar la salida,
necesitamos personas que como luciérnagas den un poquito de luz a nuestro
camino.
Nadie puede evitar sufrir alguna
vez: el sufrimiento es propio del ser humano. Vivimos en un universo
imperfecto, y nuestras decisiones pueden estar equivocadas, pero somos libres para tomar esas decisiones y
podemos elegir cómo responder ante el sufrimiento.
Como el oro se purifica con el
fuego, así el corazón humano puede purificarse con el sufrimiento. El sentido
del sufrimiento propone un camino hacia la transformación, para que,
respondiendo generosamente a los desafíos de la vida, nuestro corazón pueda
brillar con un nuevo resplandor.
domingo, 27 de enero de 2013
El Buen Samaritano - XXI Jornada Mundial del Enfermo 2013
Por si es de vuestro interés, aquí os dejo el Subsidio Litúrgico de la Jornada Mundial del Enfermo 2013, lo podéis descargar en el siguiente enlace: http://www.slideshare.net/NCRE/buen-samaritano-xxi-jornada-mundial-del-enfermo
sábado, 26 de enero de 2013
Una ''oportunidad propicia para intensificar la diaconía de la caridad''
Mensaje del presidente del Consejo Pontificio para la Pastoral de la Salud Zygmunt Zimowski
CIUDAD DEL VATICANO, 25 de enero de 2013. ZENIT nos
ofrece el mensaje del presidente del Consejo Pontificio para los Agentes
Sanitarios (para la Pastoral de la Salud) monseñor Zygmunt Zimowski, con motivo
de la LX Jornada Mundial de Lucha contra la Lepra, que se celebra el domingo 27
de enero.
El domingo 27 de enero de 2013 se celebra la LX
edición de la Jornada Mundial de lucha contra la Lepra, un mal tan antiguo y al
mismo tiempo tan grave por los padecimientos, la exclusión social y la pobreza
que comporta el Morbo de Hansen. Esta jornada es una preciosa oportunidad para
todos los cristianos, las entidades bienhechoras y las personas de buena
voluntad, para que refuercen su empeño en favor de las víctimas directas o
indirectas, por ejemplo los familiares de la personas infectadas por el Mycobacterium Leprae, y para
promover un renovado impulso a la reinserción social de las personas que
presentan sus inconfundibles mutilaciones. Según los datos más recientes de la
Organización Mundial de la Salud (OMS), en el año 2011 cerca de 220.000
hombres, mujeres y niños, contrajeron la lepra y muchos de estos nuevos casos
fueron identificados ya en un estado adelantado de la enfermedad. Se trata de
una constatación de que, no obstante la meritoria acción de realidades
internacionales y nacionales, gubernamentales o no, como la OMS y las
fundaciones Raoul Follereau y Sasakawa, aún permanece una insuficiente
posibilidad de acceso a las estructuras para el diagnóstico, de carencia en la
formación para prevenir en las comunidades el riesgo de contagio, y a la
necesidad de acciones higiénico-sanitarias específicas. Todo esto es
fundamental en lo que concierne la lepra que, si es curada, ya no es mortal,
tal como sucede ampliamente también para las demás "enfermedades abandonadas"
que en su totalidad siguen provocando anualmente centenares de miles de
decesos, graves discapacidades o aflicciones permanentes en el estado de salud
de adultos, adolescentes y niños en los países económicamente desventajados.
Son patologías, auténticos flagelos en el Sur del mundo, pero que no logran
captar la suficiente atención de la comunidad internacional, no obstante
encontremos entre ellas el dengue, la enfermedad del sueño, la bilharziasis, la
oncocercosis, la leishmaniasis y el tracoma.
Frente a esta emergencia sanitaria, a la luz del Año
de la Fe en curso, y con el deseo de comprometernos como católicos cada vez más
en cumplir lo que Jesús pide con el mandamiento Euntes docete et curate infirmos (Mt 10, 6-8) y con nuestro Bautismo, hagamos lo posible a
fin de que esta LX Jornada Mundial de lucha contra la Lepra sea una nueva
"ocasión propicia para intensificar la diaconía de la caridad en nuestras
comunidades eclesiales, para ser cada uno buen samaritano del otro, del que
está a nuestro lado"2, comenzando por quien ha sido afectado
por el Morbo de Hansen. Dejemos que el ejemplo de Santos, Beatos y personas de
buena voluntad, como san Damián de Molokai SS.CC. y santa Mariana Cope
OSF, la beata Madre Teresa de Calcuta, fundadora de las Misioneras de la
Caridad, Marcelo Candia y Raoul Follereau, de quien este año se conmemora
también el 110 aniversario de su nacimiento, nos inspiren y nos sostengan para
llevar ayuda y consuelo a estos hermanos y hermanas nuestros enfermos, a los
más pequeños y a los más marginados que, siendo inocentes, sufren la espada de
la injusticia.
Agradezco a la Providencia divina haber podido visitar
personalmente el año pasado, tanto la isla de Molokai, donde trabajaron san
Damián y santa Mariana, como Madagascar, donde trabajó el beato Jan Beyzym,
jesuita. Son lugares ricos de humanidad y de fe en los cuales pude encontrar a
personas afectadas por la lepra y tuve ocasión de orar por todos vosotros
enfermos y por las personas que están a vuestro lado.
Además, una tarea igualmente importante por
desarrollar corresponde precisamente a vosotros, a todas las personas víctimas
de la lepra, que están llamadas a cooperar para que se afirme una sociedad más
inclusiva y justa que permita la reinserción de quien ha sido curado, a divulgar
y promover las posibilidades de diagnóstico y de cuidado existentes, a remarcar
la necesidad de someterse a terapias para ser curados contribuyendo a erradicar
la infección, a difundir en las realidades donde se encuentran los criterios
higiénico-sanitarios indispensables para impedir su propagación. Asimismo, el
cristiano que ha sido afectado por la lepra tiene la posibilidad de vivir su
condición en una perspectiva de fe "encontrando su sentido mediante la
unión con Cristo, que ha sufrido con infinito amor"3, orando y
ofreciendo su tribulación por el bien de la Iglesia y de la humanidad. Con la
convicción de que lo que ha sido puesto en evidencia seguramente no es fácil y
requiere caridad consigo mismos y con el prójimo, la capacidad de esperar, mucho
valor y paciencia y determinación, deseo recordar que Pablo de Tarso subraya
que ninguno de nosotros ha "recibido un espíritu como esclavos para recaer
en el temor", sino que hemos "recibido un espíritu como hijos
adoptivos por medio del cual gritamos: "¡Abbá, Padre!". Y, "si
hijos, también herederos: herederos de Dios, y coherederos de Cristo, ya que
sufrimos con Él, para ser también con Él glorificados"4,de modo
que también en las situaciones más adversas "ni las potestades, ni la
altura ni la profundidad ni otra criatura alguna podrá separarnos del amor de
Dios manifestado en Cristo Jesús Señor nuestro" 5.
Al agradecer, en fin, a todos los que se han dedicado
y se dedican a la lucha contra la lepra, dirijo mi más ferviente oración
a Maria Salus Infirmorum a
fin de que todos los que sufren encuentren alivio y sostén al lado de las
personas que a ellos dedican su vida.
Con mi
cercanía, oración y bendición.
+Zygmunt Zimowski
NOTAS
1 Benedicto XVI, Mensaje para la XXI Jornada Mundial del Enfermo 2013, 4.
2 Ibid., 4.
3 Benedicto XVI, Carta Encíclica Spe Salvi, 37.
4 Rm 8, 15-17.
5 Rm 8, 39.
2 Ibid., 4.
3 Benedicto XVI, Carta Encíclica Spe Salvi, 37.
4 Rm 8, 15-17.
5 Rm 8, 39.
viernes, 25 de enero de 2013
Pérdidas - Duelos
Todos los seres
humanos sufren en alguna ocasión. Si nos comprometemos con la vida, acabaremos
experimentando alguna pérdida, y las pérdidas son dolorosas. Nuestras pérdidas
pueden ser grandes o pequeñas. Pueden ser tan intrascendentes como la privación
de una rutina a la que estábamos acostumbrados o tan grandes como la pérdida de
alguien a quien queríamos profundamente.
Debemos dedicar a cada
pérdida lo que se merece, aceptando el sufrimiento al que nos estemos
enfrentando, sea cual sea, y concediendo a nuestro dolor el tiempo, el espacio
y la atención necesarios para que siga su curso. No hay ningún calendario
establecido para el duelo; debes dejar que sea la sabiduría de tu cuerpo quien
te guíe.
La oración puede
servirte de ayuda en numerosas fases de confusión, negación, enfado, dolor, remordimiento,
tristeza e incluso gratitud. La clave es rezar desde donde de verdad te
encuentres, no desde donde crees que Dios considera que debes estar. No te
eches atrás. Reza durante todo el proceso de tu dolor, y Dios, a su debido
tiempo, te conducirá a una nueva plenitud y alivio en los que tu pérdida
también tendrá cabida.
Tom McGrath
lunes, 21 de enero de 2013
Girasoles junto a sauces
Antes o después, el
dolor físico, el sufrimiento moral, el sabor amargo de heridas no cicatrizadas,
la aridez vital y el vacío de ideales llaman a todas las puertas. Este libro es
un viaje por el laberinto del sufrimiento humano a la luz de la esperanza. Está
dirigido a los agentes de pastoral sanitaria, a los médicos, a los enfermeros,
a los voluntarios y a cuantos se acercan diaria u ocasionalmente a los enfermos
y a otras personas que sufren, con las cuales hay que establecer una
comunicación más profunda y sanadora, para que junto a cada doliente (sauce)
pueda haber un girasol: un espejo capaz de derramar comprensión, óleo de
curación, esperanza, luz y oportunidades de vivir y enfocar mejor el conjunto
de la vida.
Los tres primeros
capítulos tienen un horizonte más dilatado y se ofrecen como telón de fondo
para delinear la presencia de la Iglesia en el mundo de la salud, para confrontar
experiencias y tendencias en el modo de vivir la enfermedad y para proyectar
orientaciones a favor de la humanización del hospital.
Los capítulos que
siguen a estos tres desarrollan un análisis sistemático de las diversas piezas
que constituyen el mosaico de la relación de ayuda, en el contexto del mosaico
global de la persona:
1.
Iconos bíblicos de
la compasión
2.
El enfermo de ayer y
de hoy
3.
Un decálogo para
humanizar el hospital hoy
4.
CPE: Un modelo para
hacer bien el bien
5.
La atención global a
la persona
6.
Componentes de la
relación de ayuda
7.
Las necesidades
8.
Las actitudes
9.
Los sentimientos
10.
Los mecanismos de
defensa
11.
Las motivaciones
12.
Las expectativas
13.
Los roles
14.
Las máscaras
15.
Los valores
16.
La espiritualidad
17.
La armonización del
mosaico
Escucha lo que no te digo
Creo que todos, de alguna forma, nos podemos sentir
identificados con alguna de las frases de este texto, que, como dice Prangrazzi
en ‘Girasoles junto a sauces’, propone con imágenes eficaces, los pensamientos,
los sentimientos y las necesidades que habitan a la sombra de las máscaras:
«No te dejes
engañar por mí.
No permitas
que te engañen mis apariencias.
Porque no son
más que una máscara,
quizá mil
máscaras que temo quitarme,
aunque ninguna
me representa.
Doy la
impresión de estar seguro,
de que todo va
viento en popa, tanto dentro como fuera,
de que soy la
confianza personificada,
de que la
calma es mi segunda naturaleza,
de que
controlo la situación
y de que no
tengo necesidad de nadie.
Pero no me
creas, te lo ruego.
Externamente puedo
parecer tranquilo,
pero lo que
ves es una máscara.
Por debajo,
escondido, está mi verdadero yo
sumido en la
confusión, el miedo y la soledad.
Pero lo escondo.
No quiero que
nadie lo sepa.
Me aterra
pensar que pueda saberse.
Por eso tengo
constantemente necesidad
de crear una
máscara que me oculte,
una imagen pretenciosa
que me proteja
de las miradas
sagaces.
Pero esas
miradas son precisamente mi salvación,
y lo sé
perfectamente,
con tal de que
vayan acompañadas
de la
aceptación y el amor.
Entonces se
convierten en el instrumento
que puede
liberarme de mí mismo,
del mecanismo
de las barreras que he levantado;
el instrumento
que puede asegurarme de aquello
de lo que no
consigo convencerme a mí mismo:
de que
realmente tengo un valor.
Pero esto no
te lo digo:
no tengo el
suficiente coraje.
Me da miedo
que tu mirada no venga acompañada
de la
aceptación y del amor.
Quizá temo que
puedas cambiar de opinión sobre mí,
que te burles
de mí
y que tu
sonrisa me fulmine.
En el fondo,
lo que temo es no valer nada,
y que tú te
des cuenta y me rechaces.
Por eso sigo
con mi juego
de
pretensiones desesperadas,
con una
apariencia externa de seguridad
y con un niño
tembloroso por dentro.
Despliego mi desfile
de máscaras
y dejo que mi
vida se convierta en una ficción.
Te cuento todo
lo que no importa nada,
y nada de lo
que de verdad importa,
de lo que me
consume por dentro.
Por eso,
cuando reconozcas esta rutina,
no te dejes
engañar por mis palabras:
escucha bien
lo que no te digo,
lo que querría
decir, lo que necesito decir,
pero no
consigo decir.
No me agrada
esconderme, te lo aseguro.
Me encantaría
ser espontáneo, sincero y genuino,
pero tendrás
que ayudarme.
Por favor,
tiéndeme tu mano,
aún cuando parezca
que eso es lo último que deseo.
Tú puedes
sacar a la luz mi vitalidad:
cada vez que
tratas de comprenderme,
porque me
quieres,
mi corazón
palpita y renace.
Quiero que
sepas lo importante que eres para mí
y el poder que
tienes, si quieres,
de sacar a la
luz la persona que yo soy.
Escúchame, te
lo ruego.
Tú puedes
derribar las barreras
tras de las
que me refugio;
tú puedes
arrancar mi máscara;
tú puedes
liberarme de mi prisión solitaria.
¡No me
ignores! ¡No pases de largo, por favor!
Ten paciencia
conmigo.
A veces parece
que, cuanto más te acercas,
Es irracional,
pero es así:
combato
aquello de lo que tengo necesidad.
¡Así somos los
humanos muchas veces!
Pero el amor
es más fuerte que toda resistencia,
y ahí reside
mi esperanza.
Mi verdadera
esperanza.
Ayúdame a
derribar las barreras
con tus manos
firmes,
pero a la vez
delicadas,
pues un niño
es siempre muy frágil.
¿Te preguntas
quién soy?
Soy alguien a
quien conoces muy bien.
Soy cada
persona con quien te encuentras.
Soy tú mismo».
Autor
desconocido
Por otro lado, Bermejo comenta sobre este texto
anónimo, que «podría parecer que tiene una base pesimista; pero, en realidad
desvela dinamismos universales que nos pueden provocar una particular atención
al mundo interior de las personas a lasque deseamos acompañar con empatía
terapéutica. No es solo lo dicho lo que hay en el otro, sino lo que habita su
corazón y reclama una atenta escucha».
Empatía
‘Empatía
terapéutica. La compasión del sanador herido’, un interesante libro de José
Carlos Bermejo, editado por Desclée de Brouwer, que se centra en la relación de
la empatía con la genuina compasión, con el manejo de la vulnerabilidad del
propio ayudante que, a la vez de ser sanador, también está herido.
Podrás encontrar textos como este: «En
el bosque conceptual y casi de torre de Babel que se ha ido creando en torno a
los conceptos de empatía y compasión, tiendo a pensar, cada vez con más
convencimiento, que la compasión es la empatía en estado más puro. Si abandonamos
los usos superficiales, facilones, acomodaticios de la palabra empatía cada vez
que no comprometen con el sufrimiento ajeno, nos aproximamos a la pureza del
concepto empatía, calificada por nosotros como empatía terapéutica, que es
respuesta eficaz de quien se dispone compasivamente ante el sufrimiento ajeno. La
compasión que experimento ante los enfermos al final de la vida, los mayores
dependientes, las personas en duelo que encuentro en mi vida profesional, no se
agota en la empatía terapéutica, pero encuentra en ella una forma privilegiada
de expresión, particularmente en los encuentros de relación de ayuda o
counselling.»
miércoles, 9 de enero de 2013
Terapia asistida con animales
La Fundación Affinity premia al centro de San Juan de Dios en Ciempozuelos por su trabajo asistencial con animales de compañía. Ana Póvez, psicóloga responsable de la terapia asistida con animales, explica que el trabajo se divide en varios grupos de acción, como el dedicado a personas con discapacidad intelectual moderada o leve, que se ocupan diariamente de todo lo necesario para mantener a los animales.
martes, 8 de enero de 2013
Anda y haz tú lo mismo
El papa en su carta ha invitado a reconocer a Cristo en el rostro de los enfermos, siguiendo la enseñanza de la parábola del buen samaritano, y a serlo junto al otro que está a nuestro lado, lo que vale también para el mismo enfermo, que puede vivir su propia condición en una perspectiva de fe:
MENSAJE DEL SANTO PADRE BENEDICTO XVI
CON OCASIÓN DE LA XXI JORNADA MUNDIAL DEL ENFERMO
(11 de febrero de 2013)
CON OCASIÓN DE LA XXI JORNADA MUNDIAL DEL ENFERMO
(11 de febrero de 2013)
«Anda y haz tú lo mismo» (Lc 10,37)
Queridos hermanos y hermanas:
1. El 11 de febrero de 2013, memoria litúrgica de la
Bienaventurada Virgen María de Lourdes, en el Santuario mariano de Altötting,
se celebrará solemnemente la XXI Jornada Mundial del Enfermo. Esta Jornada
representa para todos los enfermos, agentes sanitarios, fieles cristianos y
para todas la personas de buena voluntad, «un momento fuerte de oración,
participación y ofrecimiento del sufrimiento para el bien de la Iglesia, así
como de invitación a todos para que reconozcan en el rostro del hermano enfermo
el santo rostro de Cristo que, sufriendo, muriendo y resucitando, realizó la
salvación de la humanidad» (Juan Pablo II, Carta
por la que se instituía la Jornada Mundial del Enfermo, 13 mayo 1992,
3). En esta ocasión, me siento especialmente cercano a cada uno de vosotros,
queridos enfermos, que, en los centros de salud y de asistencia, o también en
casa, vivís un difícil momento de prueba a causa de la enfermedad y el
sufrimiento. Que lleguen a todos las palabras llenas de aliento pronunciadas
por los Padres del Concilio Ecuménico Vaticano II: «No estáis… ni abandonados
ni inútiles; sois los llamados por Cristo, su viva y transparente imagen» (Mensaje
a los enfermos, a todos los que sufren).
2. Para acompañaros en la peregrinación espiritual que desde Lourdes,
lugar y símbolo de esperanza y gracia, nos conduce hacia el Santuario de
Altötting, quisiera proponer a vuestra consideración la figura emblemática del
Buen Samaritano (cf. Lc 10,25-37). La parábola evangélica
narrada por san Lucas forma parte de una serie de imágenes y narraciones
extraídas de la vida cotidiana, con las que Jesús nos enseña el amor profundo
de Dios por todo ser humano, especialmente cuando experimenta la enfermedad y
el dolor. Pero además, con las palabras finales de la parábola del Buen
Samaritano, «Anda y haz tú lo mismo» (Lc 10,37), el Señor nos señala cuál es la
actitud que todo discípulo suyo ha de tener hacia los demás, especialmente
hacia los que están necesitados de atención. Se trata por tanto de extraer del
amor infinito de Dios, a través de una intensa relación con él en la oración,
la fuerza para vivir cada día como el Buen Samaritano, con una atención
concreta hacia quien está herido en el cuerpo y el espíritu, hacia quien pide
ayuda, aunque sea un desconocido y no tenga recursos. Esto no sólo vale para
los agentes pastorales y sanitarios, sino para todos, también para el mismo
enfermo, que puede vivir su propia condición en una perspectiva de fe: «Lo que
cura al hombre no es esquivar el sufrimiento y huir ante el dolor, sino la
capacidad de aceptar la tribulación, madurar en ella y encontrar en ella un
sentido mediante la unión con Cristo, que ha sufrido con amor infinito» (Enc. Spe
salvi, 37).
3. Varios Padres de la Iglesia han visto en la figura del Buen
Samaritano al mismo Jesús, y en el hombre caído en manos de los ladrones a
Adán, a la humanidad perdida y herida por el propio pecado (cf. Orígenes, Homilía sobre el Evangelio de Lucas XXXIV, 1-9; Ambrosio,Comentario
al Evangelio de san Lucas, 71-84; Agustín, Sermón 171). Jesús es el Hijo
de Dios, que hace presente el amor del Padre, amor fiel, eterno, sin barreras
ni límites. Pero Jesús es también aquel que «se despoja» de su «vestidura
divina», que se rebaja de su «condición» divina, para asumir la forma humana (Flp 2,6-8) y acercarse al dolor del
hombre, hasta bajar a los infiernos, como recitamos en el Credo, y llevar esperanza y
luz. Él no retiene con avidez el ser igual a Dios (cf. Flp 6,6), sino que se inclina, lleno de
misericordia, sobre el abismo del sufrimiento humano, para derramar el aceite
del consuelo y el vino de la esperanza.
4. El Año de la fe que estamos viviendo constituye una
ocasión propicia para intensificar la diaconía de la caridad en nuestras
comunidades eclesiales, para ser cada uno buen samaritano del otro, del que
está a nuestro lado. En este sentido, y para que nos sirvan de ejemplo y de
estímulo, quisiera llamar la atención sobre algunas de las muchas figuras que
en la historia de la Iglesia han ayudado a las personas enfermas a valorar el
sufrimiento desde el punto de vista humano y espiritual. Santa Teresa del Niño
Jesús y de la Santa Faz, «experta en la scientia
amoris» (Juan Pablo II, Carta ap. Novo
Millennio ineunte, 42), supo vivir «en profunda unión a la Pasión de
Jesús» la enfermedad que «la llevaría a la muerte en medio de grandes
sufrimientos» (Audiencia
general, 6 abril 2011). El venerable Luigi Novarese, del que muchos
conservan todavía hoy un vivo recuerdo, advirtió de manera particular en el
ejercicio de su ministerio la importancia de la oración por y con los enfermos
y los que sufren, a los que acompañaba con frecuencia a los santuarios
marianos, de modo especial a la gruta de Lourdes. Movido por la caridad hacia
el prójimo, Raúl Follereau dedicó su vida al cuidado de las personas afectadas
por el morbo de Hansen, hasta en los lugares más remotos del planeta,
promoviendo entre otras cosas la Jornada Mundial contra la lepra. La beata
Teresa de Calcuta comenzaba siempre el día encontrando a Jesús en la
Eucaristía, saliendo después por las calles con el rosario en la mano para
encontrar y servir al Señor presente en los que sufren, especialmente en los
que «no son queridos, ni amados, ni atendidos». También santa Ana Schäffer de
Mindelstetten supo unir de modo ejemplar sus propios sufrimientos a los de
Cristo: «La habitación de la enferma se transformó en una celda conventual, y
el sufrimiento en servicio misionero… Fortificada por la comunión cotidiana se
convirtió en una intercesora infatigable en la oración, y un espejo del amor de
Dios para muchas personas en búsqueda de consejo» (Homilía
para la canonización, 21 octubre 2012). En el evangelio destaca la figura
de la Bienaventurada Virgen María, que siguió al Hijo sufriente hasta el
supremo sacrifico en el Gólgota. No perdió nunca la esperanza en la victoria de
Dios sobre el mal, el dolor y la muerte, y supo acoger con el mismo abrazo de
fe y amor al Hijo de Dios nacido en la gruta de Belén y muerto en la cruz. Su
firme confianza en la potencia divina se vio iluminada por la resurrección de
Cristo, que ofrece esperanza a quien se encuentra en el sufrimiento y renueva
la certeza de la cercanía y el consuelo del Señor.
5. Quisiera por último dirigir una palabra de profundo
reconocimiento y de ánimo a las instituciones sanitarias católicas y a la misma
sociedad civil, a las diócesis, las comunidades cristianas, las asociaciones de
agentes sanitarios y de voluntarios. Que en todos crezca la conciencia de que
«en la aceptación amorosa y generosa de toda vida humana, sobre todo si es
débil o enferma, la Iglesia vive hoy un momento fundamental de su misión» (Juan
Pablo II, Exhort. ap. postsinodalChristifideles
laici, 38).
Confío esta XXI Jornada Mundial del Enfermo a la intercesión de la
Santísima Virgen María de las Gracias, venerada en Altötting, para que acompañe
siempre a la humanidad que sufre, en búsqueda de alivio y de firme esperanza,
que ayude a todos los que participan en el apostolado de la misericordia a ser
buenos samaritanos para sus hermanos y hermanas que padecen la enfermedad y el
sufrimiento, a la vez que imparto de todo corazón la Bendición Apostólica.
Vaticano, 2 de enero de 2013
Benedictus PP XVI
Una firma por la vida para frenar el aborto en Europa
Detalles de la iniciativa - Iniciativa Ciudadana Europea - Comisión Europea: Detalles de la iniciativa - Iniciativa Ciudadana Europea - Comisión Europea
Una firma por la vida para frenar el aborto en Europa
Entrevista con Carlo Casini, presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales del Parlamento Europeo y del Movimiento por la Vida italiano
Por ANTONIO GASPARI
ROMA, 06 de enero de 2013 (Zenit.org) - La iniciativa ciudadana europea, denominada "Uno de los nuestros" (www.oneofus.eu) está alcanzando la cima. Con la autorización para recoger firmas --incluso en línea--, los movimientos, asociaciones, foros, clubes, parroquias, entre otros, se están movilizando para invitar a sus miembros, y a todos los ciudadanos, a firmar por la vida.
Conforme a lo dispuesto por el Tratado de Lisboa, los promotores de la iniciativa de democracia participativa "Uno de nosotros", deben recoger un millón de firmas al menos en siete países europeos, a fin de que la Comisión Europea atienda y programe un posible acto jurídico para reconocer la petición formulada por los ciudadanos.
En este caso, la iniciativa "Uno de los nuestros" es particularmente importante, ya que pide que se reconozca la vida desde la concepción.
ZENIT ha entrevistado al señor Carlo Casini, presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales del Parlamento Europeo y presidente del Movimiento por la Vida italiano (MPV), quien explicó que con la iniciativa "Uno de los nuestros", se pide que Europa se comprometa a no conceder más fondos para programas contra la vida humana.
En particular, Casini ha pedido que se bloqueen los fondos adjudicados para las asociaciones que promueven el aborto en los países en vía de desarrollo y más allá.
"Por desgracia --dijo Casini--, hoy Europa financia la investigación científica que destruye y manipula embriones, financia los grupos internacionales que promocionan el aborto, y que proponen la interrupción voluntaria del embarazo como una solución a los problemas de salud de las mujeres".
"Yo creo --dijo el presidente del MPV--, que con el reconocimiento de la vida desde la concepción, las políticas de Europa se orientarán a favor de la vida por nacer".
Al preguntarle por qué un ciudadano debe estar interesado en firmar la petición "Uno de los nuestros", Casini dijo que es una necesidad para detener la masacre de los inocentes que se ve cada año, y que alcanza a cerca de un millón doscientos mil niños y niñas concebidos, a los que no se les permite nacer. Y a la vez es una oportunidad para que Europa vuelva a ser el continente del derecho a la vida.
Para el presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales del Parlamento Europeo, la movilización de los ciudadanos europeos a favor del reconocimiento de la vida humana desde la concepción ya está dando buenos resultados, con la coordinación de los movimientos a favor de la vida y de la familia en los diversos países.
Para Casini, el debate que está surgiendo de la iniciativa “Uno de los nuestros”, favorece el progreso cultural y social en Europa y en el mundo.
"Se trata del reconocimiento de la dignidad del ser humano", subrayó el presidente de la MPV, quien concluyó afirmando que "con el compromiso de no financiar las iniciativas educativas, culturales y sanitarias que promueven el aborto, y con el reconocimiento de la vida humana desde la concepción, Europa daría una señal importante al mundo entero".
Para suscribirse a la iniciativa "Uno de nosotros", ir al enlace: http://ec.europa.eu/citizens-initiative/public/initiatives/ongoing/details/2012/000005
Trad: JAVV
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