Evangelio
En aquel tiempo, Jesús se llevó a Pedro, a Santiago y a Juan,
subió con ellos solos a una montaña alta, y se transfiguró delante de ellos.
Sus vestidos se volvieron de un blanco deslumbrador, como no puede dejarlos
ningún batanero del mundo. Se les aparecieron Elías y Moisés, conversando con
Jesús. Entonces Pedro tomó la palabra y le dijo a Jesús: «Maestro, ¡qué bien se
está aquí! Vamos a hacer tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para
Ellas.» Estaban asustados, y no sabía lo que decía. Se formó una nube que los
cubrió, y salió una voz de la nube: «Éste es mi Hijo amado; escuchadlo.» De
pronto, al mirar alrededor, no vieron a nadie más que a Jesús, solo con ellos.
Cuando bajaban de la montaña, Jesús les mandó: «No contéis a
nadie lo que habéis visto, hasta que el Hijo del hombre resucite de entre los
muertos.» Esto se les quedó grabado, y discutían qué querría decir aquello de
«resucitar de entre los muertos».
Palabra del
Señor
Aprendemos
Para los
peques de la casa
Colorea las
casillas, avanzando letra a letra, en sentido horizontal y vertical (no en
diagonal) y descubrirás una frase del evangelio de hoy. La flecha te indica
donde comienza la frase
Para mi vida
Ser discípulo
es escuchar a Jesús y aprender de sus palabras. ¿Qué
enseñanzas importantes recuerdas de Jesús? Elige dos.
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