INTRODUCCIÓN
En este año 2018 el nuevo
Dicasterio para la Promoción Humana Integral de la Persona en su Comisión de
Pastoral de la Salud ha querido iluminar la Jornada Mundial del Enfermo, 11 de
febrero, desde la cita bíblica de Jn.19,21: «“Ahí tienes a tu hijo… Ahí tienes
a tu madre”. Y desde aquella hora el discípulo la acogió en su casa».
En España, la Campaña del
Enfermo, 11 de febrero y VI domingo de Pascua (6 de mayo), acogiendo este lema
y la invitación del reciente Sínodo de la Familia, la centraremos en el
Acompañamiento a la familia en la enfermedad. Pues, cuando una persona enferma,
enferma toda la familia.
RAZONES PARA ELEGIR EL TEMA Y ENFOQUE DE LA CAMPAÑA
El tema central de la Campaña
de este año: “Acompañar a la familia en la enfermedad”, con el lema bíblico
«“Ahí tienes a tu hijo… Ahí tienes a tu madre”. Y desde aquella hora el
discípulo la acogió en su casa» (Jn. 19,21), puede ser trabajado y difundido
desde las siguientes razones y posible enfoque:
1.
Toda persona
normalmente vive en una familia y, cuando cae enferma, es toda la familia la
que se ve afectada profundamente, ve alterado el ritmo de su vida, con lo que
unas optan por sacrificar parte de su vida social y profesional para acompañar
al familiar enfermo; otras lo abandonan o soportan como una carga. En toda esta
situación, también ella necesita, por tanto, atención y apoyo.
2.
Porque la familia
tiene un papel insustituible en la atención integral al enfermo, que conviene
conocer, valorar y fomentar. Porque la familia cristiana ha de ser, también en
esta situación, la Iglesia doméstica que acoge, consuela y alivia al enfermo en
el nombre del Señor.
3.
La Iglesia nos ha
invitado, en los últimos años, a dirigir especialmente nuestra mirada a la
familia:
1.
Se trata, de una
Campaña de sensibilización, que nos invita a ampliar nuestra mirada más allá
del enfermo, a su entorno familiar, con sus necesidades y como recurso
fundamental para cada enfermo.
2.
La familia. ¡Qué
gran papel el suyo! y ¡qué difícil a veces! Debemos reconocer y valorar siempre
su entrega, su testimonio, pero también cuidarles pues muchas veces necesitan
apoyo, cercanía, escucha y ayuda para vivir de manera más sana, humana y cristiana
la enfermedad de su ser querido. Ellos son el rostro diario de la misericordia
junto al enfermo.
3.
Así, el Papa, en
su Mensaje para la Jornada Mundial del Enfermo 2018, nos pide que no nos
olvidemos nunca del papel de la familia: “No podemos olvidar la ternura y la
perseverancia con las que muchas familias acompañan a sus hijos, padres y
familiares, enfermos crónicos o discapacitados graves. La atención brindada en
la familia es un testimonio extraordinario de amor por la persona humana que
hay que respaldar con un reconocimiento adecuado y con unas políticas
apropiadas”.
4.
Los Agentes de
pastoral de la salud (obispos, sacerdotes, laicos, profesionales sanitarios o
voluntarios). Se nos dice también en el Mensaje de este año: “Por lo tanto,
médicos y enfermeros, sacerdotes, consagrados y voluntarios, familiares y todos
aquellos que se comprometen en el cuidado de los enfermos, participan en esta
misión eclesial. Se trata de una responsabilidad compartida que enriquece el
valor del servicio diario de cada uno”.
5.
La Iglesia. “La
Iglesia debe servir siempre a los enfermos y a los que cuidan de ellos con
renovado vigor. (…) Jesús entregó a la Iglesia su poder de curar. La tarea de
la Iglesia, que sabe que debe mirar a los enfermos con la misma mirada llena de
ternura y compasión que su Señor, responde a este don de Jesús.” (Mensaje JME
2018).
6.
Las comunidades.
Como también nos dice el Papa: “La pastoral de la salud sigue siendo, y siempre
será, una misión necesaria y esencial que hay que vivir con renovado ímpetu
tanto en las comunidades parroquiales como en los centros de atención más
excelentes”.
7.
Valorar el papel
de la mujer dentro de la familia. Enriquecer la teología y la pastoral desde
las claves femeninas que nacen de toda la experiencia de cuidado de la salud.
Querámoslo o no, la mujer –en el seno familiar- nos ha mostrado una línea
pastoral y un compromiso vital del que tenemos que aprender los varones para
responder mejor a la llamada de Jesús con los que sufren.
8.
El cartel de la
Campaña trata de mostrar estas ideas. En el hemos querido resaltar: en el tema
se resaltan las palabras Acompañar y Familia; está lleno de manos, pues el
tacto, la caricia, el abrazo son los signos no-verbales más potentes que todos
tenemos y que tanto aportan en el momento de la enfermedad; los colores
expresan calidez, vida, diferencia, esperanza,… y son manos abiertas
entregándose, dándose, buscando, abrazando,...
9.
La estampa es más
clásica y remite al texto bíblico que el Papa nos propone para la JME. Es el
episodio tan significativo de Jesús entregando a su Madre al cuidado de Juan y
al discípulo colocándole en manos de María. “Y desde aquella hora” María y Juan
se acompañaron como familia, en el dolor por la muerte del ser querido.
OBJETIVOS
1.
Reclamar la
atención sobre el importante papel que
la familia tiene en la atención al enfermo, y dar a conocer las necesidades
que le surgen en la situación de enfermedad.
2.
Promover la ayuda a las familias, en las parroquias y hospitales, a fin de que puedan
desempeñar ese papel insustituible en la atención al enfermo.
3.
Evangelizar
a las familias de los enfermos, preparándolas y ayudándoles a vivir humana y
cristianamente la crisis que les produce la enfermedad de uno de los suyos.
4.
Valorar y celebrar la entrega de las familias que saben cuidar con amor y acierto a
sus enfermos.
5.
Mostrar e impulsar la labor
evangelizadora que la Iglesia está realizando con aquellos que carecen de apoyo
familiar, en un momento tan delicado; también con los ancianos.
6. Promover el compromiso de la comunidad cristiana y de la
sociedad con las familias, que se traduzca en acciones realistas y creativas, individuales
y colectivas.
7.
Celebrar la fe junto a la familia, enfermos, profesionales, instituciones,
voluntariado, etc., y difundir, apoyar y agradecer su
tarea y entrega.
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